Piedra Preciosa

Viviane Freitas

  • 8
  • Mar
  • 2014

Piedra Preciosa

  • 8
  • Mar
  • 2014

“No sé cuándo ni cómo, pero un día volveré, no sólo para visitarte, sino para casarme contigo”

Ésas fueron las palabras escritas en un cartón dejado por mi novio, antes de partir para hacer la obra de Dios en otro país. Después de cuatro años, ¡llegó nuestro día! Allí estaba él, esperándome delante del Altar, mientras yo caminaba en su dirección. Era un sueño realizándose, muy esperado por nosotros dos…

Hace algunos años yo estaba llegando a este país, y mi hoy esposo, llegó aquí soltero, y en ese tiempo no nos veíamos, sólo nos comunicábamos por teléfono y MSN.

Durante estos años separados, mi esposo enfrentó situaciones que le hicieron madurar de una manera completamente diferente a la mía, que crecía mimada por mi familia, con un buen trabajo, rodeada de amigas, era feliz, pero tenía un gran sentimiento de añoranza en mi corazón.

Yo creía que estaba preparada para todo, que sabría asimilar todos los cambios al casarme, pero me equivoqué.

El principio de nuestro matrimonio fue la peor fase de mi vida, éramos muy diferentes, y casi no pude notar esas diferencias en algunos minutos de conversaciones semanales. Además, tenía que adaptarme al nuevo país, que tenía una cultura completamente diferente, un idioma nuevo y otra alimentación. Mi estabilidad emocional estaba por los suelos.

Yo decía a mi esposo que ya me había adaptado a todo menos a él.

Esto es lo que creí durante mucho tiempo. Me sentía un cero a la izquierda, y cada error que cometía me bloqueaba.

Hice todo lo que pude por cambiar aquella situación. Sólo me faltó una cosa, y yo no sabía que era la principal…

Dejé de actuar en el exterior y dejé que Dios actuara en mi interior, ¡aún era una piedra en bruto y no lo sabía!

Todo ese tiempo que estuve preocupada con qué hacer, Dios esperaba que aprovechase la oportunidad para ser lapidada por Él y así volverme una piedra preciosa.

Esos cambios vinieron a través del Godllywood, no fue fácil, pero fue un dolor necesario para esa transformación.

Tuve que conocerme, saber cuáles eran mis debilidades, vencerme a mí misma, sentir el dolor del sacrificio, de callarme, matar mis voluntades y apagar mis sentimientos. No me convertí en una mujer insensible, sino equilibrada.

Soy grata al Godllywood y a mi esposo, por la paciencia de esperar a que esa transformación llegara.

Hoy veo que nuestras diferencias son el encaje perfecto que Dios necesitaba para hacernos crecer juntos, porque hoy sí, ¡somos uno!

Dejar un mensaje

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

7 comentários

  1. Muy bello testimonio! Es asi como en Godllywood somos pulidas por Dios, como moldea y transforma nuestras vidas, porque todo trabajo empieza desde adentro hacia afuera. Saludos Sra.

    Ver más
  2. Gracias a Dios, por este hermoso testimonio me ayudó mucho porque yo estoy empezando en Rush de Godllywod y mi placer es seguir aprendiendo cada día más y aprovechar las oportunidades. Es un privilegio ser parte de este grupo.

    Ver más
  3. Gracias a Dios, por este hermoso testimonio me ayudo mucho porq yo etoy empesando en rush de Godllywod y mi placer es seguir aprendiendo cada dia mas y aprovechar las oportunidades. Es un privilegio ser parte de este gruo.

    Ver más
  4. realmente es verdad hay veces que nos dejamos llevar por las circunstancia y entra en uno un desespero de fracaso, mas cuando entregamos nuestra vida 100% a Dios el nos moldea nos transforma y nos hace nuevas mujeres, gracias al rush he podido cambiar aunque aun me falta unas pocas cosas pero se que lo voy a conseguir el rush me ha enseñado a creer en mi misma he hecho cosas que nunca en mi vida a vía hecho y he visto que Dios me a moldeado poco a poco y doy gracias a ese trabajo por que a cambiando mi vida y ahora en mis pensamiento esta la palabra de que ¡¡yo puedo!!.

    Ver más
  5. Grasias por ese ejemplo tan grande me a servido mucho trabajar en mi misma

    Ver más
  6. Realmente fuerte este testimonio, es verdad siempre nos preocupamos por lo que podemos hacer y muy pocas veces dejamos que Dios actúe en nosotros, yo tamb hago parte de este hermoso trabajo y cada vez mas puedo ver a Dios como nos pule y moldea, que Dios bendiga cada vez mas este trabajo, y todas que quieran formar parte es una gran oportunidad para comenzar a cambiar aquello que no conseguimos solas.

    Ver más
1 2