Vacunas, ¿vamos a conocer su historia?

Bárbara Filipe

  • 3
  • Jun
  • 2015

Vacunas, ¿vamos a conocer su historia?

  • 3
  • Jun
  • 2015

La historia de las vacunas tiene más de mil años de experimentos, pruebas y estudios hasta llegar a la realidad de hoy.

Fue una de las prioridades para desarrollar, por ser algo que evitaría la mortandad que se comprueba cada vez que aparece una epidemia.

El primer intento realizado, se verificó cuando el virus de la viruela apareció en la ruta de la seda. La idea era inocular el pus de un enfermo, en una persona sana.

Algo arriesgado, pero al verificar los síntomas benignos, la persona quedaba más protegida de la infección mortal.

En 1976 el médico inglés, Edward Jenner, inoculó el virus de la viruela bovina en los agricultores ingleses con el fin de protegerlos de la enfermedad y le dio el término de “viruela vacuna”, que más tarde daría origen a la palabra vacuna.

En el siglo XIX, Louis Pasteur comprendió finalmente el papel de los microorganismos de las infecciones. La idea era provocar de forma muy acentuada la enfermedad en el animal, y así el organismo se quedaba más resistente a las formas más agresivas de la misma enfermedad.

Del siglo pasado, hasta los días de hoy, han sido constantes los desarrollos en este área, incluso porque los nuevos virus aparecen constantemente.

A título de ejemplo, al inicio del siglo XX hubo la necesidad de crearse vacunas en contra de las enfermedades contagiosas que aparecieron: La tuberculosis, el tétano, la fiebre amarilla y la difteria, y después de la segunda guerra mundial la necesidad permitió el desarrollo de las vacunas en contra de la poliomielitis, el sarampión, las paperas y la rubéola.

En este progreso, algunas de las enfermedades infecciosas más mortales se irradiaron, sin embargo, mostró el reverso de la medalla. La población se sintió “a salvo” y dejó de dar tanta importancia al calendario de vacunación.

Teniendo en cuenta esta mentalidad y la aparición sistemática de nuevos virus y nuevas enfermedades, el desafío de los responsables de los Programas Nacionales de Vacunación en cada país, ¡es grande!

Pero, al final ¿qué es una vacuna?

Es una preparación antigénica (proteínas del agente infecciones) que al ser administrada en una persona induce la respuesta inmunitaria protectora de uno o más agentes infecciosos.

Es un medicamento, pero con una acción distinta, es decir, que sirve para prevenir en lugar de tratar la enfermedad, y debe ser aplicada en personas saludables, que es lo contrario de la medicación que es administrada a personas enfermas.

Las vacunas se asemejan a un “equipo de emergencia” dentro de nuestro organismo, siempre lista para combatir los microbios que intentan invadirlo.

Cuando ponemos los agentes infecciosos dentro de nuestro organismo a través de la vacuna, son activadas las células de la memoria que van a permitir que nuestro cuerpo reconozca y produzca más rápidamente los anticuerpos necesarios para combatir el microorganismo para el cual fuimos vacunados.

En el caso de las enfermedades contagiosas, la vacuna no protege sólo al individuo, sino a todos los que lo rodean.

Actualmente existen más de media centena de vacunas reconocidas, entre las cuales, la del cólera, la fiebre tifoidea, fiebre amarilla, paperas, la tos ferina, el cáncer cérvido uterino, la hepatitis A y B.

Este es el resumen de la historia, pero sirve de alerta para todos.

¿Cuántos de nosotros guardamos el boletín de vacunas cuando acabó el colegio, o cuándo entramos en la Universidad, porque ya no era necesaria su presentación?

Pues si… pero probablemente, ni prestábamos atención en la fecha del próximo refuerzo referenciado allí.

Por todo lo que observamos en este artículo, y ante todo por el celo por nuestra salud, vamos a verificar algunos casos, e intentar encontrar el boletín de vacunas, ¡infórmate, esclarece dudas y vacúnate!

La próxima semana hablaremos de las vacunas de los viajantes y de los migrantes.

Hasta entonces.

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1 comentário

  1. la obrera rica esta determinada a servir a su señor ,pues ella quiere dar frutos siempre,debemos trabajar para ser ricas espiritualmente y no perder nuestra comunion con Dios.

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