Tímida y enrollada

“ …pues los hijos de este siglo son más sagaces en las relaciones con sus semejantes que los hijos de la luz.” (Lc.16:8)

Conoces aquella oración: “Dios mío quiero cambiar, muéstrame el por qué soy así; Dios mío no quiero ser así, ayúdame, etc.”

En fin, oras, oras y oras pero nunca tomas una actitud de cambiar de hecho. ¿Por qué ocurre eso? ¿Es por qué Dios no te está oyendo? ¿o por qué tu oración no es suficiente?

Amiga, está claro que Dios nos oye, y Él nos muestra qué dirección debemos seguir.

¡El problema de que no cambiemos está en nosotras mismas!¿Cómo puede Dios ayudarnos si no somos humildes para reconocer nuestro error?

Era eso lo que pasaba conmigo: ¡Yo estaba impidiendo que Dios me usase! Dios me mostraba: “¡Ves!” Y, muchas veces, yo decía: “No, no puedo, voy a hablar todo mal…” ¿Por qué ocurría eso? Porque yo era muy insegura, tímida, no tenía confianza en mi misma para resolver una cosa sencilla, o hacía una revolución, dando vueltas y vueltas, sin nunca alcanzar mi objetivo. Me estaba anulando.

La respuesta a mis oraciones fue el Godllywood. Me hizo mirar dentro de mi misma, ¡y no es fácil! Al principio decía: “¡Eso no es para mi! Es para las jóvenes de la Iglesia…” Pura mentira. Hoy veo que para ayudar a alguien, yo necesitaba ayuda, y cambiar mi interior.

Actualmente hago el Rush, no significa que me volví una mujer perfecta, por lo contrario, cada día estoy aprendiendo y superándome a mi misma, pero te digo una cosa: Mi oración no es la misma, mi pensamiento no es el mismo, ¡yo no soy la misma! ¿Y tú? ¡¿Hasta cuándo vas a dejar que ese sentimiento de timidez, miedo e inseguridad te impidan ser usada por Dios?!

Tal vez nada en tu vida está saliendo bien, entonces analízate y observa donde está la raíz de ese problema. Vence en tu interior; ¡véncete a ti misma! Nunca olvido esta frase: “Quien es tímido y enrollado nunca puede ser líder, apenas liderado.”

La decisión de que seas una nueva mujer está en tus manos. ¡Qué Dios os bendiga!