Obrera sin visión

¿Cuándo se pierde la visión?

Yo pierdo la visión cuando estoy envuelta en el “mar” de los quehaceres y no creo una estrategia para mi día a día.

¡De esa forma no consigo definirme, porque no estoy posicionada correctamente!

Es preciso que quede bien claro, una Obrera que no tiene planes es como un barco a la deriva, llevado por el viento.

¡Sin rumbo, sin dirección!

La Obrera que no planea su vida, acaba siempre alimentando sus distracciones y placeres.

Su objetivo pasa a ser pequeño y limitado, sin cualquier perspectiva de la vida.

Sus deseos no pasan de ser meros deseos, nunca se realizan, además, ¡siempre perecen!

¿Sabes por qué?

– Porque los mismos no tienen base en una fe racional, y principalmente ¡porque no exiges resultados de tu trabajo!

¡Por esa razón es que tu visión es infantil, vaga e insostenible! Y cuando sales de esa idea tacaña te siente perdida.

Es como si estuvieses limitada a un espacio y no consiguieses ver nada más.

Así es una persona que tiene miopía, ve muy bien de cerca, pero no consigue ver nada de lejos. Ella necesita gafas para corregir su visión. El miope, sin gafas con consigue tener una visión nítida.

Pero cuando tienes visión, cuando miras adelante, ¡entonces hay resultados diferentes!

¡Tu trabajo no puede ser limitado a un lugar, a una posición, o a un uniforme! Tu mente tiene que abrirse.

Tienes que ser una referencia de forma que expanda la Obra de Dios.

¡Tu plan tiene que encajarse en cualquier lugar y en cualquier posición!

¡Corrige tu visión usando tus gafas de inteligencia!

Y sólo corriges tu visión espiritual cuando te dispones a hacer la voluntad de Dios por encima de todo, con tu vida entregada 100% en el altar de Dios, pues es en el altar, lugar de sacrificio, donde tu visión es panorámica.