Obrera sin equilibrio

Dando secuencia al artículo de la semana pasada, voy a hablaros de algo que es serio, y que, infelizmente, en muchas han causado confusión, poniendo “las manos por los pies” y los “pies por las manos”, porque no buscan tener equilibrio, y terminan pensando que, por el echo de enfocarse en su interior, no tienen necesidad de asumir sus responsabilidades terrenas, delante de Dios, dejando de lado sus compromisos en la Obra.

¿Saben por que hablo sobre esto? Por que llegaron algunos comentarios sobre el asunto del artículo pasado, que revelan ese desequilibrio.

Llegó a nuestro conocimiento que algunas obreras comenzaron a estar menos activas en la iglesia, y que, sobre todo, cuando se les preguntaba al respecto de la razón de ese comportamiento, respondieron con alguna prepotencia, justificando que lo que le interesa es SER para Dios, demostrando de esa forma, una falta de madurez espiritual.

Es importante que quede bien claro, que no porque debe buscar SER, en primer lugar para Dios, que ahora se va a relajar en su desarrollo dentro de Su obra. Por lo contrario; si en realidad, tú Eres, naturalmente tus actitudes van a exteriorizar lo que esta en tu interior. Es con diligencia y disciplina, ver siempre lo más importante, que es vuestra relación con Dios, pero nunca descuidar su servicio, en el ministerio que os fue confiado.

Si por casualidad eres aquella obrera, que hace todo de cualquier manera, en una estrés desenfrenado, con la preocupación de querer agradar a terceros, para no quedar mal en la “película”, si eres aquella obrera que comenzó a quedarse sin control del tiempo, llegando cerca de la hora de la reunión, o demasiado tarde, si no te preocupas en vestir tu uniforme con reverencia, por que tienes en la mente aquella idea de que un uniforme no te va a salvar, ( y no ), ignorando, así, algo tan santo y puro, que pocos tienen el privilegio de usar…. Entonces, declaradamente, amiga obrera, tu no eres una referencia para nadie, y digamos de paso, que quien “Es” para Dios, es celoso, puntual, ordenado, y sobre todo grato. Por este motivo, es que una obrera es aplicada y atenta en todo.

A eso se le llama ………………………… responsabilidad

Compañeras de todos los jueves, el artículo de hoy pretende alertar sobre este equilibrio espiritual, y por si acaso estás siendo aquella obrera que no sabe separar las “aguas”, entonces rectifica tu interior y revierte ese cuadro ¡ya! Da tu todo para Dios que es, lo físico, lo emocional y lo espiritual. Esa si es una entrega por completo……. Es tu SER por completo en el altar.

¿este asunto quedó claro?

¿consigues percibir lo que Dios espera de ti?

Deja tu comentario.

Un abrazo.