Obrera Exitosa

La cuestión es la siguiente: ¿Cual es el éxito de la Obrera? El éxito de todo siervo está, en primer lugar, en mantener su alma salva, y después salvar otras alma.

Sin embargo, es muy fácil decir que mi alma está salva y que mi objetivo es ganar almas. Hemos observado, por donde vamos, que esa conciencia es común en casi todas las obreras, e incluso ya se hizo una «tesis» patrón en la mentalidad de muchas.

Sólo que la seriedad del asunto está en la práctica de ello. ¿Será que de hecho esa ha sido su realidad en el campo de batalla? ¿Será que de hecho ha mantenido su salvación y salvado a otras personas para el Reino de los cielos? ¿Lo práctica o es sólo una teoría?

Las respuestas son simples. Es sólo observar su propia vida, si ha vivido en sacrificio constante, renunciando a su voluntad carnal y perseverado de la forma como mencionamos en el artículo pasado, cuya perseverancia que agrada a Dios, es cuando permanecemos en su Palabra, es cuando blindamos cada instante nuestra mente y nuestro interior de todo lo que es corruptible, no dejándonos corromper por la sutilidad de los sentimientos.

Compañeras, la realidad es que sólo salvamos cuando estamos verdaderamente salvas; sólo liberamos cuando estamos libres; sólo damos vista a los “ciegos” cuando logramos ver quienes somos.

Resumiendo: ¡Yo doy lo que soy! Mi espíritu habla más que mil palabras.

Usted puede incluso ser aquella obrera que pasa todo el día dentro de la iglesia, pero si no está viviendo como hemos mencionado anteriormente, entonces, por más que hable, predique, o anuncie, es como si colocara algo en un saco roto, que no va a tener efecto alguno.

Pero si está en ese nivel de sacrifico, entonces ni necesita hablar mucho, su vida va a hablar… su atención será eficaz, sus palabras tendrán vida, porque son el reflejo de lo que va dentro de usted.

Esa es la Obrera con éxito. Sea sincera, ¿hay mayor éxito que el de ser Salva y Salvar?