Volviendo al Pasado – 60ª Parte

Viviane Freitas

  • 8
  • Nov
  • 2016

Volviendo al Pasado – 60ª Parte

  • 8
  • Nov
  • 2016

La decisión no era algo aparente ni temporal, era algo que tenía que alcanzar.

No importaba el tiempo, el objetivo era encontrar el cumplimiento en mi vida.

¿Y qué cumplimiento era este?

La Palabra de Dios tenía que ser existente en mi vida.

A medida que yo iba a la iglesia a orar bien temprano, por la mañana, había un fuerza dentro de mi que no era mío, sino que era dada por la fe que traía conmigo. Las cosas fueron mejorando a lo largo de los días, pero no había un cambio total. Y eso no me hacía desistir, al contrario, me quedaba atenta a las cosas que pasaban a mi alrededor.

Las personas que yo tenía la oportunidad de evangelizar, me buscaban para hablar de sus problemas, y yo, con alegría les daba todo de mi, y las orientaba. Ellas veían algo diferente en mi, eso era nítido en mi. Pero a mis ojos, no era suficiente. Lo que yo quería realmente era la respuesta. No servían mejoras, porque la fe inteligente no busca emociones para sentir, sino respuestas.

Seguía con mi propósito sin cesar, hasta que hubo la noticia de que íbamos a ser transferidos, peor teníamos que esperar 3 meses, nunca lo supe así, con tanta antecedencia, un cambio a otro país.

Al principio recibí con alegría que iba a cambiar, peor después empecé a “darme cuenta”: Mi tiempo en España no había traído ninguna respuesta. Y ese dolor aumentaba, a lo largo de la espera en que sería transferida a otro país.

A la esposa que se quedaría en mi lugar le dije muy francamente: “Patricia, por favor cuida de las esposas, porque yo no di lo que necesitaba dar.” Y ella, sin entender nada me dijo: “¡¿Cómo Señora Viviane?!¿Cómo que no?”

En realidad, ella había oído mensajes maravillosos, cuidado, pero todo de una forma… sin vida. Lo que yo quería haber visto era un cambio, transformación, y ganar almas realmente. Y esto no es simplemente traer a la persona a la Iglesia, sino llevarla a tener un compromiso con Dios, para además tener temor, y la misma multiplicarse en otros tantos.

Yo tenía dolor, y cuando hice mi última reunión con las esposas, en un dado momento, yo lloré cuando dije que me iba, y ellas también, el dolor era en virtud de la “deuda” que dejaba atrás, sin ninguna oportunidad de poder hacerlo mejor.

En el fondo, éramos una familia, nos llevábamos muy bien, nos divertíamos, por eso Patricia no lo entendía, porque lo que sus ojos veían era todo bueno. Pero lo que yo quería era la fe viva, vidas totalmente entregadas, no por simplemente hacer bien al prójimo, sino a través de la proximidad con Dios, resultados y consecuentemente discípulos.

No estaba buscando personas para llenar la iglesia, no estaba en búsqueda de que otros viesen mi trabajo, era algo entre Dios y yo, quería porque quería traer ofrenda en mis manos, y quería que Dios Lo aceptase. Quería servirle y agradarle.

Serie: Volviendo al pasado

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1 comentário

  1. Ahh sra Viviane! Cómo Dios la usa en estos post donde nos comparte sus experiencias en la fe… Es verdad que a veces pasamos por grandes desiertos internos que nos «obligan» a desafiarnos a nosotros mismos y a nuestra fe. Son luchas y momentos duros que enfrentamos en silencio (ante ojos ajenos) y sólo Dios conoce. Pero Dios que ve en lo secreto, es fiel para recompenzarnos en público. Le mando un cariño grande en la fe y que Dios la bendiga muchisimo más!

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