Volviendo al Pasado – 59ª Parte

Viviane Freitas

  • 25
  • Oct
  • 2016

Volviendo al Pasado – 59ª Parte

  • 25
  • Oct
  • 2016

Estaba decidida a encontrar algunas forma de poner un fin a las cosas que iba descubriendo.

Estaba dispuesta realmente a resolver mis problemas internos, ahora ya no quería llevar a “casa” los problemas con los cuales yo trataba en mi interior; ya estaba “cansada” de estar sufriendo y llorando en mis momentos a solas, hablando con Dios y sin hacer nada. ¡Lo que ahora quería era provocar el cambio! Ya no quejarme, refiriéndome a los problemas, sino que mis problemas ahora eran el objetivo de mi ataque.

Y por eso, estaba dispuesta a hacer todo lo que tenía que ser hecho para resolverlos.

En realidad, voy a contaros como aconteció eso:

Un día, lloré mucho por sentirme excluida en mi propia familia, en uno de esos viajes misioneros. Yo no sentía que mi madre me entendía, parecía que ella veía de forma crítica todo lo que hacía. Y dentro de la habitación del hotel, yo me dije a mi misma que ya no iba a llorar más por eso. Ahí empezó una decisión, no fue fácil, porque nada se fue “evaporando”. Yo tenía que descubrir la raíz del problema, y estaba dispuesta a encontrarla, aunque fuese yo misma.

Y cuando llegaba al país de mi residencia, en aquella época, a España., yo luchaba en las reuniones que frecuentaba, exponiendo todo aquello que estaba viviendo para Dios. La lucha era entre Él y yo. Ya no quería apenas llorar sin hacer nada. Parecía que la voz de Dios estaba distante para ser oída, pero aun así, mi fe no desfallecía, no tenía que oírlo para creer; yo necesitaba principalmente exponer lo que pasaba dentro de mi.

Y así fue, durante mis luchas con Dios… cada vez yo me imponía en algo. Nadie estaba consciente de lo que me pasaba, en aquella época recuerdo, que no quería ni siquiera dar un descanso a mi fe. Tenía que encontrar respuesta, no había otra manera, tenía que actuar, no podía esperar. La espera para mi, era una forma de yo tolerar el problema y continuar con las mismas aflicciones.

Entonces un día le pedí a mi marido que quería estar a las 6hs de la mañana en la iglesia para orar, mi marido se resistió al principio, porque pensaba que era peligroso que yo saliese de casa a esa hora. Pero la necesidad gritaba dentro de mi. Y yo sabía que mi oración, o mejor dicho, mi clamor, sería con sueño. Yo tenía que salir de mi lugar e ir hasta la iglesia para interceder en mi favor.

Mi marido puso resistencia durante un tiempo, pero yo no “renuncié” de mi objetivo, y le dije: “Julio, presta atención: SI yo muero, ¡la culpa será tuya! Sino me dejas ir, ¡voy a morir!” Yo quería decir que mi espíritu estaba “muerto”; necesitaba vida. ¡Y la vida sólo vendría si yo sacrificase! Entonces él vio la fuerza de mi decisión y me dejó.

Yo le dije a las esposas: “Observad bien, yo estaré viniendo a orar aquí, en la iglesia, y si vosotras queréis podéis venir, pero sabed que yo estoy viniendo por mi causa; no es por ninguna de vosotras.”

Yo sabía, en el fondo, que si yo tuviese algún problema, no podría pasarles vida. Por más que la Palabra de Dios fuese fuerte cuando yo hablaba con ellas, para mi no bastaba apenas decir la Palabra fuerte, sino que está tenía que ser transmitida con espíritu de vida. Y mi vida no estaba materializando, a mis ojos, algo aceptable a Dios, porque había agonías y tristezas por mis fallos.

Y la gran mayoría de las esposas vinieron a orar conmigo, yo tenía que levantarme bastante más temprano, porque llevaba a algunas que no tenían transporte, o mejor dicho, que no sabían conducir.

Y ahí estaba yo, yendo a la iglesia. Y no cesaba, ya no recuerdo cuantos días hice… no sé si fueron 40 días o días determinados, hasta ver con mis propios ojos la respuesta.

La fe no espera por nadie, ni siquiera por Dios, a fin de moverte a hacer algo; ella misma provoca iniciativa en función de querer conquistar.

Serie: Volviendo al pasado

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1 comentário

  1. Hola señora viviane le agradezco cada ves que leo me identifico yo soy colaboradora pero me paso eso como usted el querer llamar la atención de Dios estoy haciendo cosas que no jacia hace muchos años y otra cosas más para llamar la atención de Dios y de apoco Dios me va mostrando todo gracias me sentí que no estoy sola y que es un ejemplo usted saludos desde Argentina!

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