Jóven : Jóven, ¿hasta qué punto sirves a Dios ?

Me encanta servir a Dios, quiero agradar a Dios, amo renunciar a mis cosas por el bien de su trabajo pues es un privilegio.

¡Es un placer! ¡Es mi meta en la vida! No me puedo imaginar con otra ambición personal.

Sé que muchos jóvenes también tienen esta vocación, este fuego que arde dentro de ellos …

Pero, ¿cómo puedo servir a Dios? Puede parecer redundante, pero la primera condición para servir a Dios es ser SIERVO.
¿Qué es ser Siervo?

El siervo era alguien que fue comprado por otra persona. Fue tratado simplemente como una mercancía. La única importancia del siervo era su trabajo, su utilidad.
El siervo no tenía bienes personales, todo pertenecía a su Señor.
El siervo no tenía independencia o libertad para hacer lo que quisiera, él se limitaba a hacer la voluntad de su Señor.
Su vida era insignificante en comparación con la de su amo.
Poco importaba los deseos del siervo, no valían nada, lo importante era la voluntad de su amo.
El siervo sólo comía lo que le daba su maestro y no podía quejarse.
El siervo dormía las horas que su amo le permitía, lo suficiente como para ser capaz de continuar con su trabajo con eficazmente .
La ropa del siervo servía solo para cubrir su desnudez e identificar que era un siervo.
Para el siervo no había mal tiempo, ya fuera en la lluvia o en el sol, con frío o calor, el siervo tenía que servir.

Por lo general, las razones que llevaron a los siervos a servir eran por imposición, el miedo, respeto, supervivencia, etc

Pero el siervo de Dios no es siervo por imposición, al contrario para ser siervo de Dios, este tiene que HACERSE SIERVO. y créeme, no es fácil …

Sería mucho más fácil si nos obligasen a negar nuestros deseos, pero Dios nunca lo hará. El servir es tan honorable que Dios que es el Señor nos sirvió primero.

Sólo el egoísta y orgulloso ve en el hecho de servir un desprecio.

Evalúa si realmente has sido un siervo …
– Cuando haces algo para Dios ¿esperas reconocimiento, aprobación, agradecimiento por su servicio?
– Cuando surgen imprevistos ¿crees que tienes el derecho de quejarte, negarte o «esquivar» el servir?
– Cuando la orientan en su manera de vestir, ¿piensas que tienes el derecho de elegir?

Si tus respuestas fueron «sí», entonces usted es siervo … de sí misma, no de Dios.
Dios no obliga a nadie a servirle. La misma persona que quiere servir a Dios es quien tiene que hacerse sierva, ajustarse los parámetros de un siervo, renunciar a su voluntad, deseos, materialismo, necesidades, ¡todo! ¡Renunciar a todo! ¡Renunciar a su propia vida poniendo la de su Señor por encima de todo: Esto es servir a Dios.