Experiencia Godllywood

Hola Doña Vivi, desde hace un tiempo el Espíritu Santo me ha “incomodado” para que cuente mi experiencia con Él, y también lo que los Desafíos Godllywood han hecho en mi vida.

Bueno, a pesar de ser hija de pastor y haber nacido dentro de la iglesia, yo ya fui muy perturbada…

Todo comenzó a los 7 años, cuando empecé a ver bultos en casa: Era normal que un hombre de negro apareciese durante la noche en la puerta de mi habitación, pero él no venía solo…detrás de él veía varios hombres idénticos a él.

Y fue así hasta que cumplí 11 años, cuando llegué a Portugal y me perdí completamente: Me involucré con malas amistades las cuales me presentaron las drogas. Yo fumaba para olvidar los problemas que sentía cuando estaba sola.

Por la noche, cuando recostaba la cabeza en la almohada, yo lloraba…

Sentía que no le gustaba a nadie y que todos los que se acercaban era por algún interés. Me sentía fea… ¡la peor persona del mundo!

A pesar de tener muchos amigos, me sentía sola.

Empecé a robar, no para sustentar mis vicios, sino porque me gustaba la sensación de la adrenalina.

Me metía en líos en la escuela; en todas las peleas, allí estaba mi nombre.

Tenía miedo de la oscuridad… Cuanto era viernes, o martes, no quería saber nada de la iglesia, porque tenía mucho miedo de las reuniones de liberación.

Tenía mucha tristeza, una angustia profunda… Intenté el suicidio, no una, ni dos veces, sino miles de veces; me cortaba las muñecas, me asomaba por la ventana y miraba la calle, y pensaba: Si yo salto nadie va a sentir mi falta… Entonces, ¡¿por qué no?!

Yo sabía que si me suicidase iba al infierno, pero estaba ciega…

Participaba de las reuniones, pero no absorbía nada, ni oía lo que el pastor hablaba. Estaba allí solo mi cuerpo, porque mi mente vagueaba.

Tenía una rabia profunda de una obrera – hoy es esposa y hace la obra en Luxemburgo – ella intentaba ayudarme, me transmitía palabras de fe, pero yo no quería saber nada… En la iglesia, cuando la veía ¡huía!

(Continuará)