Episodio 74 – Tu valor

En el Reino de este mundo, aquí en la tierra, la persona se siente muy valiosa cuando tiene dinero, familia, logros, carrera, cuando tiene un futuro prometedor. Se siente garantizada y llena de valor cuando es inteligente, cuando tiene éxito, pero si por casualidad la persona comete un error, entonces se siente un fracaso por sus malas decisiones.

Sin embargo, todo ser humano tiene una conciencia, y la conciencia muestra lo que no está bien, no obstante, la persona hace lo posible por callar esa voz de la conciencia, mostrando que su valor es aquello que ella piensa, y así, desprecia la necesidad de su propia alma.

¿Y qué podemos decir sobre esa alma? El alma es la que siente. Siente nostalgia, se siente amada, valorada, valiosa ante los ojos de los demás.

Sin embargo, muchas personas ignoran su propio error y no buscan ayuda, porque no quieren mostrar una debilidad, pero ¿acaso cuidar de uno mismo, de su alma, disminuye su valor?

Quizás tú seas esa persona que fue despreciada por un ser querido, o en tu vida amorosa, y cargas eso desde hace años. Buscas la aceptación de las personas de todas las formas, intentas ser querido o querida por lo que haces, por las obras de caridad, y aun así te sientes un nada, ¿por qué? Porque miras lo que sientes, pero hoy vamos a hablar sobre lo que Dios piensa de ti.

Dios conoce todo tu pasado, tu historia, sabe lo que viviste en tu infancia, tus traumas, tus dolores, tus angustias, Él vio todo eso, sin embargo, te respetó y te ha respetado.

Dios te valora de tal manera que tomó lo que tenía de mejor, en los Cielos y en la tierra, que era Su Hijo Jesús, y Lo Dio a tu favor. El Hijo que estaba con Él en los cielos, vino aquí a la tierra para hacerse hombre, con sentimientos y tentaciones, así como tú, para vivir lo que vivimos y mantenerse fiel a Dios Padre, para que entonces fuera el Regalo Perfecto, es decir, el Animal Perfecto que quita el pecado del mundo, que quita tu pecado, y no te condena.

Sabes que fallaste, que tomaste decisiones equivocadas, pero resistes a la verdad sobre ti y tratas de ignorar, diciendo que todo está bien, pero Dios sabe que no está todo bien.

¿Cómo has tratado tu propia alma? Esa alma necesita de Dios, necesita de Aquel que la dirige a toda verdad, tu alma necesita sentirse amada por el mismo Dios, el Creador. Pero como observa las cosas de este mundo, siempre corre atrás de algo que la frustra.

¡Pero Jesús te valora! No importa tu pasado, tu error, tu pecado. Él te ve, sabe lidiar muy bien contigo, sabe cuidar de ti, porque ve más profundo de lo que tú ves, sabe cómo tratar contigo ahora, mientras tú te preocupas por las cosas, por las personas, por el dinero, por lo que el mundo te pueda dar, no miras el valor de tu alma.

Independientemente de lo que el mundo ya te hizo o de lo que hiciste a las personas, sigues teniendo valor y Dios te ama. No ama tus errores, pero te ama tal como eres.

Dios quiere cuidar de ti diciéndote la verdad, para que seas libre de aquello que te esclaviza.

La persona convencida, orgullosa es resistente a ver la verdad y ¿cómo va a valorarse a sí misma si desprecia lo que necesita cambiar, lo que necesita desarrollar como persona? Así que, no te trates de cualquier manera.

Jesús dice algo muy hermoso:

«¿No se venden cinco pajarillos por dos cuartos? Y sin embargo, ni uno de ellos está olvidado ante Dios.» Lucas 12:6

En aquella época, cuando se vendían los pajaritos, casi no tenían valor, y aun así Dios no se olvida de ninguno de ellos, ¡imagina tú! Si las personas en este mundo no te valoran, Dios te valora, Él no se ha olvidado de ti.

¿Y sabes qué hace? Dios espera el momento en que tú lo llames.

Dios te valora tanto que espera, cree, no sobrepasa Su propia justicia, que es respetarte.

Si no llamas a Dios, Él no viene, pero Él te está observando, ¡Él está!

Y Dios quiere hacerse presente en tu vida.

Jesús sigue hablando:

«Es más, aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis; vosotros valéis más que muchos pajarillos.» Lucas 12:7

¿No es hermoso? ¡Mira el valor que Dios te da! ¡Eres muy valioso!

¿Y cómo Dios lidia con tus pecados, tus errores? Él sabe que no estás entendiendo y quiere guiarte para quitar ese peso, ese dolor insistente en tu alma. Quiere que estés cerca de Él, porque ya te ve, pero tú vives distante de Él, y lo tratas como un ser muy lejano.

¡Tienes mucho valor, mucho valor para Dios! Por eso, ten una experiencia con Él ahora, háblale: «Dios, si Tú me valoras tanto, entonces muéstrame que me oyes.»

¡Dios te lo mostrará! ¡Te lo mostrará de una manera muy personal!

Ahora, no te olvides de lo que le pediste a Dios, porque Él te atenderá.