Ep. 19 El Reino de Dios llega para liberar

En este mundo hay problemas que nadie puede resolver. Puedes llevarlo a un médico, a un especialista, a un abogado, pero el problema sigue ahí y la persona se decepciona, incluso con Dios.

En ese momento, cuando no ve otra alternativa para resolver el problema que enfrenta, le echa la culpa a Dios, pero ¿Dios tiene la culpa? Cuando buscas medios profesionales, humanos, ¿culpas a Dios?

Fuiste al médico, fuiste al especialista, vives según los medios naturales, no por la fe. Pero cuando has intentado todo a tu manera y la única opción que te queda es buscar a Dios para resolver tu problema, entonces viene la sinceridad de hablar con Dios, de pedir ayuda, y Dios no es indiferente a esta necesidad, Él actúa en pro de esa persona.

Mientras Jesús estaba en este mundo, le trajeron un hombre que estaba poseído por demonios, ciego y mudo. Era un caso que nadie podía resolver, no había nadie que pudiera resolverlo, excepto Dios mismo.

«Entonces le trajeron un endemoniado ciego y mudo, y lo sanó, de manera que el mudo hablaba y veía. Y todas las multitudes estaban asombradas, y decían: ¿Acaso no es este el Hijo de David? Pero cuando los fariseos lo oyeron, dijeron: Este no expulsa los demonios, sino por Beelzebú, el príncipe de los demonios». Mateo 12:22-24

Los religiosos tenían que decir algo, porque eso los confrontaba, querían que la gente fuera dependiente de los rituales, no libre. Entonces trajeron pensamientos negativos, así como los medios de comunicación, la sociedad trajo ideas para que la gente se quedara estancada, impedida de buscar ayuda donde hay una solución, como en el caso de la Iglesia Universal.

Muchas personas tienen preconceptos y no buscan ayuda por esta idea que el mal ha traído por todo el mundo, para impedir que las personas busquen a Dios.

Pero cuando una persona supera este preconcepto y va, entonces experimenta real y verdaderamente la acción de Dios y así se convierte en testigo de que Dios existe.

Así como sucedió en el tiempo de Jesús, cuando trajeron a este que era mudo y ciego, y Jesús lo sanó, la gente quedó asombrada, y hubo comentarios que trajeron división, duda.

Y así actúa el mal, para traer la duda, para tenerte en sus manos, porque la duda no te deja rendirte, te vuelve malicioso, no te deja creer.

Y Jesús, conociendo ya los malos pensamientos de aquellos religiosos, dijo:

«Pero si yo expulso los demonios por el Espíritu de Dios, entonces el reino de Dios ha llegado a vosotros». Mateo 12:28.

Así que ustedes que viven atados, busquen hoy una Iglesia Universal, porque en el momento en que se hace una oración de fe, este mal es arrancado y el Reino de Dios viene a ti. Y entonces experimentas paz, una ligereza en tu espíritu.

¿Pero sabes quién ganará esta batalla que estás viviendo? ¡Quien sea más fuerte! Si dejas que el mal predomine en tu vida, entonces servirás al mal. Pero si decides ir contra todas las fuerzas del mal, ir a la iglesia, orar, luchar, ejercer tu fe, ¡entonces tú eres quien vencerá!