Ep. 18 Se hace violencia al Reino de los Cielos

¿Qué dicen las personas sobre el Reino de los Cielos? ¿Con respecto a Dios? ¿Seremos todos salvos?

Bueno, a todo el mundo le gustaría ser salvo sin ningún esfuerzo, pero no es así. Muchas iglesias, muchos creyentes, muchos que se dicen cristianos no hacen su parte. Y piensan que, por el amor de Dios, ellos y toda su familia se salvarán, pero no es así.

Esto es tan cierto que en el libro del Apocalipsis se dice que el que persevere hasta el fin será salvo, o sea, hay guerra, hay vigilancia, necesidad de defensa contra las fuerzas del mal, contra la propia carne.

Jesús dijo así: «Y desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo conquistan por la fuerza.» Mateo 11:12

¿Por qué eso? Porque Juan el Bautista fue el primer profeta que vino de Dios para preparar al mundo para que se arrepintiera de sus pecados. Pero muchas personas no comprenden que en su vida con Dios no hay facilidad. Solo porque soy salvo hoy no significa que seré salvo para siempre. Tengo que mantener mi salvación.

Tú que piensas que no tienes que hacer nada, que no tienes que velar, que no tienes que cuidar tu vida espiritual, que no tienes que ir a la iglesia, porque piensas que Dios entenderá todo, que puedes ser quien quieras, puedes mentir, engañar, traicionar, fingir, que nada de esto comprometerá ir al cielo, debes saber que no es así, porque en el Reino del Cielo se hace violencia.

Y si no te esfuerzas no podrás entrar, ¡y digo que es mucho esfuerzo! Tienes que esforzarte mucho, tienes que ir en contra de tu propia voluntad.

A veces tienes ganas de retener algo, que es uno de los deseos del ser humano, de no hacer lo que debes hacer, por ejemplo, perdonar, poner la otra mejilla, sufrir por amor a Jesús, porque las personas te van a perseguir.

Observa que no es fácil, no es «todo servido», tienes que poner toda tu fuerza. Tienes que vigilar lo que hablas con Dios y lo que haces, vigilar cómo haces las cosas para Dios con respecto a tu fe, tienes que estar atenta a todo eso.

Realmente no es fácil ser salvo, porque si muriéramos inmediatamente después de recibir el Espíritu Santo o aceptar a Jesús, seríamos salvos, pero no es así, seguimos viviendo y cada día tenemos que esforzarnos, es decir, tenemos que priorizar la salvación, en este agradecimiento hacia Dios.

No puedo ser desagradecido, no puedo ser indiferente a todo lo que Dios me ha enseñado, y hacer todo lo contrario, ¡no! Tengo que ponerme en mi posición de ser responsable de mi propia vida, de hacer mi parte, lo que demuestra que amo a Dios.

Ningún amor está hecho de facilidades, pero el verdadero amor requiere constancia, fuerza, fidelidad, sinceridad, y el Reino de los Cielos también. Por eso Jesús dijo: al Reino de los Cielos se le hace violencia y se toma por la fuerza, es decir, no se logra por debilidad, por desánimo, por duda, por miedo, por inconstancia, por debilidad, ¡no! ¡No vas a alcanzarlo así, no, no, no!

No pienses que el Reino de los Cielos es para quienes lo quieren, para quienes aceptan ser débiles. ¡Es por la fuerza que se apoderan de él!

Hay personas que «no hacen nada malo», pero su error es su acomodación, no hablan mal de nadie, se esfuerzan mucho para ir a la iglesia, pero son cobardes a la hora de admitir su fe delante de la gente, en el trabajo, no quiere sufrir por amor a Jesús, no quiere esforzarse, no quiere confesarlo ante su familia.

¿Has puesto todas tus fuerzas en apoderarte del Reino de los Cielos?