Episodio 181 – ¿Quién crucificó y crucifica a Jesús?

¿Alguna vez has pensado en pasar por humillaciones, golpes, dolor físico, aunque tengas el poder de detenerlo todo? Bueno, eso es lo que le pasó al Señor Jesús.

Y entenderás aquí hoy que Jesús pasó por esto, antes de ser crucificado, fue azotado y golpeado. Los soldados lo desnudaron, lo ataron a un poste o estaca, y luego Jesús fue golpeado de tal manera que los soldados quedaron exhaustos.

¿Y sabes qué instrumento se utilizó? Látigo elaborado con tiras de cuero, a las que en los extremos llevaba adheridos trozos de hueso, plomo y metal. Y mientras la víctima era azotada, su cuerpo era desgarrado, hasta el punto de dejar a menudo al descubierto sus huesos. Por esta razón, algunos condenados murieron incluso antes de ser crucificados.

Mira lo que dice la Biblia sobre lo que le pasó a Jesús:

«Pilato, pues, tomó entonces a Jesús y Le azotó. Y los soldados tejieron una corona de espinas, la pusieron sobre Su cabeza y Le vistieron con un manto de púrpura; y acercándose a Él, le decían: ¡Salve, Rey de los judíos! Y Le daban bofetadas.» (Juan 19:1-3)

Imagina, Dios creó todo para relacionarse con el ser humano, les dio libre albedrío, para que pudieran elegir servir a Dios o a sus propios caprichos, pero, lamentablemente, Adán y Eva eligieron la voz del diablo.

De ahí, de la desobediencia en la que tomaron el fruto prohibido, vino la muerte. Entonces, el Señor Jesús vino a este mundo para poder salvar a la criatura que lo desprecio, la criatura que amo el pecado.

Pero entre tanta gente en este mundo, hay aquellos sinceros, a quienes no les gusta el pecado, que no quieren el pecado, que no quieren vivir una vida equivocada. Estos quieren ser salvos de sí mismos, por eso Jesús vino a este mundo como siervo, para servir a Dios, para comprar nuestras vidas de la esclavitud.

Sabes que, después de que Adán y Eva cometieran pecado, tendrían muerte eterna, por eso Jesús vino a este mundo, no pecó en nada, siendo el Cordero de Dios, es decir, un Ser Perfecto, para dar la vida por lo imperfecto.

Entonces, Jesús recibió muchos azotes, además, Le pusieron la corona de espinas en la cabeza, y los soldados dijeron: «Salve, Rey de los judíos, y Le abofetearon».

Y aunque Jesús tenía toda autoridad, creó los cielos y la tierra, no usó su autoridad, sino que se sometió a todos, al maltrato, por amor a mí, a ti, para darnos la oportunidad de ser salvos.

¿Y qué tienes que decir al respecto? ¿De este alto precio que Él pagó, con Su Propia Vida, de negar Su Divinidad, viniendo a este mundo con un cuerpo físico, humano (por eso se llama Hijo del Hombre)? Dios vino a este mundo, no se quedó allí arriba, como todos piensan que permanece indiferente, ¡no! Él vino a este mundo para pagar el precio de que ya no seas esclavo. ¿Y aceptas este regalo?

Jesús fue afrentado, condenado sin ningún motivo, todo porque Su Reino no es de este mundo. He estado pensando mucho en el Reino de Dios.

El Reino de Dios no concuerda con nuestras ideas, que todo tiene que fluir, todo tiene que salir a nuestra manera, por nuestro propio bien. Y la gente no entiende que Jesús vino y sirvió, fue el Siervo Perfecto, el Hijo de Dios que dio su vida por nosotros pecadores.

Entonces, Él fue perfecto, si Él tuviera Su Reino aquí en este mundo, Él no nos permitiría pasar por dolor ni sufrimiento, nada de eso, pero ¿sabes por qué pasó esto? Por el pecado.

La gente hace esto con Dios, rechaza la Verdad, la justicia, lo que los liberará del mal, lo entienden como si fuera un agresor, como una condena.

¿Sabes cuando escuchas la verdad y no te gusta? Estás diciendo que quieres la mentira y que no quieres a Jesús, no quieres la verdad, no quieres la justicia, quieres que las cosas salgan a tu manera.

Entonces Jesús recibió todos estos dolores a causa de nuestro pecado, el pecado del hombre hace daño a la verdad, a lo que es justo.

Entonces Jesús pagó este precio porque los soldados, Pilato y los religiosos no entendieron que Jesús vino con el propósito de salvarte. Pero para que Él te salve, no sería amado por todos, porque vino a este mundo y este mundo no Le recibió.

Quienes quieren seguir siendo religiosos, se camuflan como pertenecientes a Dios, para hablar de Dios, para exigir cosas de Dios, de Justicia, pero no aceptan la verdad para sí mismos, entonces, obviamente, cuando ven a alguien que les señala el error, quien dice la verdad, quien muestra la verdad, quien muestra el camino, no lo reciben.

Todo esto sucedió porque a los seres humanos no les gusta la Verdad. ¿Has estado rechazando la verdad? Cuando escuchas la verdad, cuando escuchas la Palabra de Dios, cuando te señalan tus errores, ¿realmente quieres hacer lo que es justo?

Porque para aceptar la justicia tendré que corregir mis errores, tendré que reconocer, tendré que cambiar, tal vez incluso sufrir consecuencias por mis errores.

En el caso del Señor Jesús, Él no tuvo errores, no fue azotado por haber pecado, no fue arrestado por ser ladrón, al contrario, soltaron al ladrón y crucificaron a Jesús.

«Pilato salió otra vez, y les dijo: Mirad, os Lo traigo fuera, para que sepáis que no encuentro ningún delito en Él. Jesús entonces salió fuera llevando la corona de espinas y el manto de púrpura. Y Pilato les dijo: ¡He aquí el Hombre! Entonces, cuando Le vieron los principales sacerdotes y los alguaciles, gritaron, diciendo: ¡Crucifícale! ¡Crucifícale! Pilato les dijo: Tomadle vosotros, y crucificadle, porque yo no encuentro ningún delito en Él.» (Juan 19:4-6)

Vean que los que clamaron, quienes gritaron para que Jesús fuera crucificado fueron los principales sacerdotes, los religiosos. Y tú que eres muy religioso y no aceptas la verdad, ¡has hecho esto con Jesús!

Entonces, mira bien tu vida, ¡tienes la oportunidad de cambiar si aceptas la verdad!