1Episodio 180 – ¿Cuál es tu reino? ¿Cuál es tu objetivo de vida?

¿Alguna vez has notado que los seres humanos tenemos una mentalidad, un objetivo de querer siempre lograr y mostrar sus logros a otras personas?

¿Ser feliz es todo aquello que, en tu mente, te lleva a algún logro, como ganar mucho dinero, viajar, comprar, casarte, tener hijos…, ? Esa es la mentalidad del ser humano, y está bien, no hay nada malo en que disfrutes lo mejor de esta tierra, de hecho, Dios prometió darte lo mejor de esta tierra, ¿pero será que este reino es el objetivo de Dios? ¿Qué tengas tu reino limitado a esta vida?

Al final de todo, después de que mueres, todo se acaba, la familia, los proyectos se acaban ¿Pero es esto lo que Dios quiere para ti? ¡Así es!

Meditemos en la Palabra de Dios:

«Entonces Pilato volvió a entrar al Pretorio, y llamó a Jesús y le dijo: ¿Eres tú el Rey de los judíos? Jesús respondió: ¿Esto lo dices por tu cuenta, o porque otros te lo han dicho de Mí? Pilato respondió: ¿Acaso soy yo judío? Tu nación y los principales sacerdotes te entregaron a mí. ¿Qué has hecho?» (Juan 18:33-35)

Pilato quedó atónito y se preguntó por qué Jesús estaba allí:

«Jesús respondió: Mi Reino no es de este mundo. Si Mi Reino fuera de este mundo, entonces Mis servidores pelearían para que Yo no fuera entregado a los judíos; más ahora Mi Reino no es de aquí.» (Juan 18:36)

Entonces ¿qué reino es este? ¿De qué reino está hablando Jesús?

Jesús estaba allí, entregado a Pilato, fue arrestado y los judíos religiosos intentaban incriminarlo.

«Pilato entonces le dijo: ¿Así que tú eres rey? Jesús respondió: Tú dices que Soy Rey. Para esto Yo He nacido y para esto He venido al mundo, para dar testimonio de la Verdad. Todo el que es de la verdad escucha Mi Voz.» (Juan 18:37)

En otras palabras, Jesús estaba diciendo: “Yo no soy Rey de este mundo. En este mundo, aquí en esta vida, la gente se mira el ombligo, el egoísmo, lucha por la riqueza, por la posición, miente, engaña. Mi Reino no es de este mundo, pero vine a este mundo con el objetivo de dar testimonio de la verdad, de mostrar lo que es verdad, y todo el que es de la Verdad oye Mi voz”.

«Pilato le preguntó: ¿Qué es la verdad? Y habiendo dicho esto, salió otra vez a donde estaban los judíos y les dijo: Yo no encuentro ningún delito en Él. Pero es costumbre entre vosotros que os suelte a uno en la Pascua. ¿Queréis, pues, que os suelte al Rey de los judíos? Entonces volvieron a gritar, diciendo: No a este, sino a Barrabás. Y Barrabás era un ladrón.» (Juan 18:38-40)

Fíjate que el mundo es así, el mundo clama por la liberación del que roba los principios, la verdad. Pero Jesús vino con la misión de mostrar, de dar testimonio de la verdad.

Entonces, piénsalo: ¿cuál ha sido tu reinado? ¿Cuál es tu objetivo en esta vida? ¿Te corresponde a ti disfrutar, aparentar tener la gloria de este mundo, mostrársela a tu familia, a la gente en la iglesia, en tu trabajo? ¿Demostrar que eres famoso, que logras, que haces y sucede? ¿Cuál es tu reino? ¿Cuál es tu objetivo?

Muchas personas crearon en sus cabezas, en sus mentes, un reino propio, una verdad para ellos, un sueño, un proyecto y, de repente, todo se desmorona, porque no sucede lo que planearon, lo que tanto soñaron, no sucede, y, a veces, incluso siendo una persona que busca a Dios.

¿Será que fue destruido el Reinado de Dios cuando Jesús fue arrestado, cuando Jesús bajo, viniendo aquí a este mundo, con cuerpo humano, siendo tentado en todo?

El Reino de Dios no es algo egoísta, el Reino de Dios es algo superior. Y este Reino de Dios es el que trae vida, no solo a Él, porque si fuera así, Él no se preocuparía por la humanidad, no enviaría a Su Hijo para bajar y ser tentado en todo, y tener «un padre y madre humanos, en un lugar pobre, lleno de riesgo y pecado.» ¡Pero Dios piensa en ti, te considera! ¡Este es el Reino de Dios!

El Reino de Dios debe traerte vida, para que conozcas esta verdad que Él tiene para ofrecerte. Pero, ¿todo lo que experimentas, tu alegría, tu felicidad se limita simplemente a tener una familia? ¿Qué pasa si pierdes a tu familia? ¿Qué pasa si pierdes tu matrimonio? ¿Qué pasa si pierdes tu trabajo? ¿Qué pasa si experimentas una catástrofe y pierdes todas tus pertenencias? ¿Tu reinado, tu meta en la vida es tener dinero, tener ropa, tener una casa, tener una familia? Porque si pierdes todo esto, ¡dejas de ser feliz!

Dios arriesgó a Su Propio Hijo y lo envió a este mundo para que testificara de la Verdad. Pero tal vez pienses que la verdad es lo que ves, es lo que dicta el mundo, ¡no!

Dios tiene la verdad para mostrarte, más allá de lo que puedas imaginar. Jesús, Él murió en la cruz por mí y por ustedes, y allí no terminó Su Reino, al contrario, fue allí donde se convirtió en el Señor de señores, el Salvador. Porque Él se desprendió de Su propio Reino, de Su propia voluntad, de Su manera de servir a Dios.

Y eso es lo que quiero que notes: el testimonio de Dios. El valor que tienes para Él es inmenso, pero ¿aceptas Su verdad? ¿Será que si lo pierdes todo, entrarás en declive?

Ten en cuenta que, después de que Jesús resucitó, ¡la Biblia dice que se presentó vivo! ¿Hermoso, no?

Mientras tanto, muchas personas se presentan como muertas, porque perdieron, sufrieron, es decir, porque su reinado es de este mundo. ¡Observa el Reino que es de Dios, porque ese es el verdadero!