Episodio 178— Situaciones que revelan quiénes somos

Episodio 178— Situaciones que revelan quiénes somos

Dios ya sabe todo lo que sucederá; Él sabe quién será salvo y quién será condenado, pero no por eso deja de cumplir Su parte, de hacer lo que está a Su alcance para salvar.

Él envió a Su único Hijo a este mundo para que diera la vida por todos los que Lo aceptaran, sin embargo, el que no acepta ese regalo, se queda afuera.

Observa lo que dice la Biblia:

«Entonces la cohorte romana, el comandante y los alguaciles de los judíos prendieron a Jesús y Le ataron, y Le llevaron primero ante Anás, porque era suegro de Caifás, que era sumo sacerdote ese año. Y Caifás era el que había aconsejado a los judíos que convenía que un hombre muriera por el pueblo. Y Simón Pedro seguía a Jesús, y también otro discípulo. Este discípulo era conocido del sumo sacerdote, y entró con Jesús al patio del sumo sacerdote, pero Pedro estaba fuera, a la puerta. Así que el otro discípulo, que era conocido del sumo sacerdote, salió y habló a la portera, e hizo entrar a Pedro. Entonces la criada que cuidaba la puerta dijo a Pedro: ¿No eres tú también uno de los discípulos de este hombre? Y él dijo: No lo soy». Juan 18:12-17

En otras palabras, Jesús había sido llevado y Pedro Lo estaba siguiendo, pero dijo que no cuando le preguntaron si formaba parte de Sus discípulos.

«Y los siervos y los alguaciles estaban de pie calentándose junto a unas brasas que habían encendido porque hacía frío; y Pedro estaba también con ellos de pie y calentándose». Juan 18:18

Aunque Pedro ya Lo había negado una vez, seguía cerca de Él, que estaba siendo interrogado por el sumo sacerdote.

Aquí puedes ver la decepción; Jesús ya sabía que Pedro Lo negaría tres veces, pero Pedro no se imaginaba que negaría a Jesús. En su cabeza, sería fiel hasta la muerte, pero no fue lo que sucedió en aquel momento.

Pedro Lo negó porque tenía miedo de la situación que estaba delante de él:

«Entonces el sumo sacerdote interrogó a Jesús acerca de Sus discípulos y de Sus enseñanzas. Jesús le respondió: Yo he hablado al mundo abiertamente; siempre enseñé en la sinagoga y en el templo, donde se reúnen todos los judíos, y nada he hablado en secreto. ¿Por qué Me preguntas a Mí? Pregúntales a los que han oído lo que hablé; he aquí, estos saben lo que he dicho. Cuando dijo esto, uno de los alguaciles que estaba cerca, dio una bofetada a Jesús, diciendo: ¿Así respondes al sumo sacerdote? Jesús le respondió: Si he hablado mal, da testimonio de lo que he hablado mal; pero si hablé bien, ¿por qué Me pegas? Anás entonces Le envió atado a Caifás, el sumo sacerdote.» Juan 18:19-24

Bien, allí estaba el Creador de los cielos y de la tierra, dejando que los hombres Le hicieran preguntas, Lo humillaran, Lo prendieran y Le dieran una bofetada, como si fuera un malhechor. Jesús Se sujetó a todo eso, pero ¿por qué Dios no interfirió en ese momento?

Las situaciones revelan el amor que Dios le tiene a la humanidad. Él dio a Su único Hijo, no a un ángel, sino a Su Hijo, para que viniera a este mundo, fuera despreciado y muriera por amor a nosotros. Dios hizo eso porque tiene el ideal de salvar tu alma.

Puedes estar en un momento dificilísimo, siendo rechazado por todo y todos a causa de tus actitudes, de tus errores y de tus pecados, pero Dios hace todo lo que está a Su alcance para sacarte de esa prisión. ¡Eso es lo que Dios hizo y hace!

Dios quiere rescatarte del infierno, ¿pero tú aceptas? Muchos dicen que Dios no Se preocupa por nadie, pero Él hizo y hace de todo para salvarnos.

¿Lo ves así?

Dios me llevó a situaciones en las que nunca imaginé encontrar lo que estaba dentro de mí; incluso me decepcioné cuando me hizo ver quién era.

¿Viste cuando estás tan enfocado en un problema, en una situación difícil, que llega a sentirte una víctima? En ese momento, en el que fallé en mi conducta, Dios pudo mostrarme lo que había dentro de mí.

Hay momentos difíciles en nuestra vida que revelan quiénes somos realmente; ¡y gracias a Dios por eso!

Cuando esto le sucedió a Pedro, dijo que no conocía a Jesús. Seguramente, nunca imaginó que sería ese tipo de persona, un traidor, él pensaba que defendería a Jesús hasta su último suspiro, pero se acobardó delante del problema.

«Simón Pedro estaba de pie, calentándose; entonces le dijeron: ¿No eres tú también uno de Sus discípulos? Él lo negó y dijo: No lo soy. Uno de los siervos del sumo sacerdote, que era pariente de aquel a quien Pedro le había cortado la oreja, dijo: ¿No te vi yo en el huerto con Él? Y Pedro lo negó otra vez, y al instante cantó un gallo». Juan 18:25-27

Observa que las situaciones que enfrentamos revelan qué tipo de personas somos, y Le agradezco a Dios por eso, porque, si no nos revelara quiénes somos, ¿cómo podríamos asumir nuestra condición?

En su cabeza, Pedro no imaginaba que sería esa clase de persona, pero, aun así, negó a Jesús tres veces.

¿Ya te diste cuenta quién has sido delante de las situaciones difíciles? Porque hablar de Dios y decir que estás en la fe es una cosa, pero ver quién eres delante de las situaciones es lo que prueba quién es Dios para ti, y quién eres tú.

Gracias a Dios por esas circunstancias que revelan quién realmente quiere la verdad. Con todo esto que Dios me mostró, agarré esa oportunidad y acepté esa verdad, y me liberé del engaño sobre lo que pensaba de mí misma. De esta manera, Dios hizo una obra magnífica en mi vida.

Siempre hubo situaciones para que entendiera quién era, por eso, espero que tú también puedas verte en las situaciones que vives, para ver quién eres delante de la fe, delante de Dios.

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