Episodio 162 – ¿Has Pedido?

Los seres humanos tenemos momentos de alegría y tristeza. Y hay quienes experimentan tristeza durante años, meses, semanas de su vida. Y muchos se preguntan: Por qué esta tristeza no se va? ¿Por qué Dios no hace nada? ¿Por qué no resuelve mis problemas?

Bueno, ¿alguna vez has hablado con Dios? ¿Has hablado creyendo que Él te escucha?

Bueno, hablemos de quién es Dios y quién eres tú.

Jesús dijo así:

«Por tanto, ahora vosotros tenéis también aflicción; pero Yo os veré otra vez, y vuestro corazón se alegrará, y nadie os quitará vuestro gozo. En aquel día no me preguntaréis nada. En verdad, en verdad os digo: si pedís algo al Padre, os lo dará en Mi nombre.» (Juan 16:22,23)

¿Significa que puedo pedirle a Dios, en el Nombre de Jesús, y Él me lo va a dar? ¡Sí, Dios te dará lo que necesitas!

Hay muchos momentos en los que tenemos un problema y no sabemos cómo resolverlo y no se lo decimos a Dios, mantenemos la situación reprimida, nos distraemos con el trabajo y las responsabilidades y termina dentro y sin resolver. .

Pero Jesús me ha enseñado todas las cosas, eso es lo bueno de tener el Espíritu Santo, porque independientemente de tener alguien que me guíe, Él dice precisamente lo que necesito. Y Él me ha enseñado esto, que debo hablar con Él de todo lo que me ha pasado.

Muchas personas no lo tienen, no lo reciben porque no se lo piden al Padre, y si lo piden tienen dudas, se preocupan. ¿Sabes esa oración que hicimos y luego seguimos tristes? Ya me pasó a mí, ya estuve triste, entonces oré a Dios y continúe triste, es decir, no puse la fe en acción al hablar con Dios, no creí que Dios me respondi, no creí que Dios me escucho, entonces quede en el mismo estado.

¡Esto es algo que marca la diferencia en nuestras vidas! Si no usas la fe, no tienes el mismo lenguaje que Dios necesita para hablarte, para dirigirte.

La fe es el idioma de Dios y es necesario utilizar este idioma, es necesario que sea sincera, transparente.

«Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid y recibiréis, para que vuestro gozo sea completo.» (Juan 16:24)

«Ah, ¿eso significa que tengo que pedir? ¿No va Dios a hacer algo de magia?» ¡No!

Hay que ser participativos con Él, hay que hablar con Él, dialogar, tratarLo como Padre, como Dios, como Señor.

Necesitas usar tu fe y hablar con Dios, porque si dependes del pastor, del obrero, de la obrera, de papá, de la mamá, de alguien que siempre ora por ti, no usarás tu fe, sino que estarás solo dependiendo de los demás. .

Y Jesús no enseña esto, Él usa a Su siervo para orar por el pueblo, pero el pueblo tiene que aprender a usar su propia fe para relacionarse con Dios, eso es lo que nos enseña la Biblia.

Jesús dice: «Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid y recibiréis, para que vuestro gozo sea completo.» (Juan 16:24)

Cuando tienes este gozo es porque le preguntaste a Dios y Él escuchó. ¡Y cuando usas tu fe, te das cuenta de que eres importante! Si continúas usando la duda, la incredulidad, entonces no le harás ninguna petición a Dios, esperarás a que Dios haga magia. Y Dios no obra con magia, Él espera que des tu paso, hagas el 50%, y Él hará el resto, lo que tú no puedes hacer.

He tenido experiencias maravillosas con Dios, porque, a veces, la oración que hacemos aparentemente no fue contestada, en ese momento no vimos la respuesta, pero había fe, había certeza, había entrega. Así que espera, crees que Él te escuchó, y Él hará lo bueno, lo mejor, y te enseñará todas las cosas con este tiempo.

Y cuando llega la respuesta, sobreviene la alegría, porque ves que han pasado días, meses, a veces años, y Él te ha escuchado y no te ha olvidado. Y la Biblia dice que nuestra oración está puesta en una copa, que es tan especial para Él. No esa oración de incredulidad, sino la oración con fe, con sinceridad, con entrega, Dios no olvida, Él responde.

¡No conoces el potencial de hablar con Dios! Este es un privilegio de que no necesitas de terceros para hablar con Dios, puedes hablar en cualquier parte del mundo, en cualquier circunstancia, y Él te escuchará y te demostrará que te escuchó.

«…y recibiréis, para que vuestro gozo sea completo.» (Juan 16:24)

El Gozo es una alegría más que normal, y sucede cuando Dios te hace sentir especial, porque Él te escuchó, ¡eso es muy hermoso! ¡Y eso es lo que quiero para ti!

Intenta compartir todo lo que estás viviendo con Dios y comenzarás a relacionarte con Él, a amarLo, ¡porque verás que Él te hace importante!