Episodio 155 – Aun con hechos y señales todavía rechazas

Dios Padre envió a su Hijo a este mundo para rescatar a la gente del infierno, porque si no fuera por Jesús, todos seríamos condenados, no habría uno solo, porque pecamos, no dejamos de ser fallos y pecadores.

Pero el Señor Jesús vino a este mundo para que ya no seamos esclavos, compró nuestra libertad a través de Su sacrificio.

Y aun así, todavía hay resistencia por parte de muchos, como Él mismo dijo:

«Si Yo no hubiera hecho entre ellos las obras que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado; pero ahora las han visto, y me han odiado a Mí y también a Mi Padre.» Juan 15:24

Jesús fue odiado a pesar de que hizo lo correcto, lo justo, a pesar de que fue un ejemplo a seguir.

Pero fue odiado porque habló la verdad, trajo la verdad para liberar a la gente de la esclavitud. ¿Pero sabes que la gente quiere ser esclava del pecado, de la injusticia? ¿Y sabes cómo?

Haciendo lo malo, mintiendo, engañando, haciendo lo que sus placeres les llevan a hacer, por eso odiaron al Señor Jesús.

«Pero han hecho esto para que se cumpla la palabra que está escrita en su ley: «Me odiaron sin causa» Juan 15:25

El mundo no puede recibir a Jesús porque quiere seguir practicando el pecado, el error, la injusticia, y no quiere corregirse, no quiere hacer lo correcto, sino que solo quiere hacer lo que le agrada.

¿Y tú? ¿Qué quieres en la vida? ¿Quieres los hechos y señales de Jesús, que prueban y demuestran que Él está Vivo, que te está viendo? ¿O quieres los hechos y señales del mundo para hacer a tu manera? ¿Cuáles son las señales y los hechos que recibes? Porque los que recibes, los traes a tu vida.

Pero a quien rechazas, desprecias todas las señales y hechos. Dios te ha dado señales y hechos a ti, a la humanidad de Su amor, de Su compasión, de Su misericordia, pero ¿qué te gusta? ¿Qué aceptas? Tal vez sean las señales del mundo, de la sociedad, de la moda, de las amistades, de la fiesta, de los placeres, de tus avaricias y deseos, de tus sueños…, pero Dios, la verdad, la corrección, la enseñanza, la dirección, los has rechazado. , y eso es lo que muchos hacen con Dios.

Jesús dijo así: «Cuando venga el Consolador, a quien Yo enviaré del Padre, es decir, el Espíritu de Verdad que procede del Padre, Él dará testimonio de Mí.» Juan 15:26

Mientras estás allí esperando ser aprobado por tus amigos, por la sociedad, por el mundo, por todo lo que haces, entonces vives esclavo de la aceptación de los demás y esperas ser recibido por el mundo.

Pero Dios espera a los que son rechazados, a los que quieren hacer lo correcto, lo justo. Y cuando viene Él, que es el Consolador, trae dirección, porque para consolar no hay manera de que estés perdido, triste, sin dirección, pero el Consolador que es Dios, que es Su Espíritu, el Espíritu de Verdad, te traerá libertad de todos los engaños.

Porque muchas personas reciben, aceptan el espíritu de este mundo, que es una mentira, una ilusión, que supuestamente les da placer y alegría momentánea, pero no dura para siempre.

Pero el Espíritu de la Verdad te guía, te orienta, está presente contigo, sin importar si la gente te acepta o no, Él está ahí contigo, guiándote, dirigiéndote, corrigiéndote. Este es el Espíritu de Verdad que procede de Dios, y él dará testimonio de Jesús.

Es Él quien les hablará de Jesús, Él es quien los dirigirá. ¡Cuando venga el Consolador, cambiará tu vida!

«Y vosotros daréis testimonio también, porque habéis estado conmigo desde el principio.» Juan 15:27

¡Jesús está diciendo que testificarás que Él está vivo, que Él habita en ti, que Él te dirige, te trae vida, paz! ¡Es muy maravilloso! ¡Y todo esto está a tu alcance! ¿Tú crees eso?

Este Dios Todopoderoso, que creó los cielos y la tierra, quiere habitar en ti, quiere consolarte de todas tus tristezas, de todas tus expectativas.

De repente, has sido una persona frustrada toda tu vida, pero Dios quiere cambiar tu vida, ¡y para eso tienes que recibir este Espíritu de verdad!