Episodio 156 – ¡Prepárate!

Dios nos prepara para las dificultades que vendrán, nos anima, nos enseña, nos incentiva. ¡Ese es Dios!

Pero somos seres muy inclinados para las circunstancias, por eso necesitamos aprender a confiar, y no solo eso, sino también prepararnos para lo que vendrá.

Hoy vamos a hablar de un detalle que muchos no conocen, pero los que conocen a Jesús tienen que estar preparados para una gran lucha, porque esta lucha vendrá para todos los cristianos.

Y ya debe haberte pasado a ti, un momento en que fuiste odiado, criticado, pero no por quién eres, sino porque profesas fe en el Señor Jesús.

Jesús dijo así: «Estas cosas os he dicho para que no tengáis tropiezo. Os expulsarán de las sinagogas; pero viene la hora cuando cualquiera que os mate pensará que así rinde un servicio a Dios.» Juan 16:1-2

El Señor Jesús nos está diciendo: «No os escandalicéis», es decir, no te sientas ofendido, no te pongas a la defensiva, no te indignes, porque esto sucederá.

Toda persona que profesa fe en el Señor Jesús viene a tener la Luz, la Verdad, la Justicia, y quiere hacer lo correcto, ya no quiere engañar, ya no quiere vivir conforme al mundo que odia la verdad, que quiere aprovecharse de los demás.

Jesús nos enseña la verdad, la justicia y la autodisciplina, porque cuando aceptamos la verdad, aprendiendo de Dios, con sus enseñanzas, seremos confrontados incluso por Dios mismo, porque Él nos dirá cosas que, al principio, nos duele mucho, pero es por nuestro bien. Dios es Padre, y exhorta, enseña, porque todo padre ama, cuida, guía.

Y por eso dice: «Estas cosas os he dicho para que no tengáis tropiezo. Os expulsarán de las sinagogas; pero viene la hora cuando cualquiera que os mate pensará que así rinde un servicio a Dios.» Juan 16:1-2

En otras palabras, las personas que hacen esto pensarán que lo hacen por Dios.

«Y harán estas cosas porque no han conocido ni al Padre ni a mi.» Juan 16:3

No conocen al Dios Verdadero, pero lo harán inspirados por el diablo. ¿Y estás preparado para todo esto? ¿Y cómo prepararse para ello? Puede que incluso tengas la teoría, la enseñanza, la información, pero ¿cómo lo haces en la práctica? ¿Cómo no escandalizarme? ¿Cómo, en la práctica, no voy a negar mi fe? ¿Cómo seré constante?

Esto solo es posible cuando tienes una verdadera relación con Dios, en la que eres fiel en todas y cada una de las situaciones y circunstancias. Y para que esto suceda no lo haces por información, necesitas ser verdadera, compartir todo con Dios, asumir tu fe, usar la fe para disciplinar, para vivir las Palabras del Señor Jesús, para aceptar, para recibir, practicar lo que Él ha enseñado.

Y esta relación con Dios hay que cuidarla diariamente, hay que estar observando quién has sido con Dios. Y Dios es tan maravilloso que nos exhorta incluso antes del problema, Jesús dijo así:

«Pero os he dicho estas cosas para que cuando llegue la hora, os acordéis de que ya os había hablado de ellas. Y no os dije estas cosas al principio, porque yo estaba con vosotros.» Juan 16:4

Mientras Jesús estaba con ellos en carne, en el principio, no había necesidad de prepararse para este momento que sucedería, pero ahora, antes de morir, ser crucificado y resucitar, advierte a los suyos.

¡Mira lo importante que es para ti leer la Biblia! Es necesario meditar en la Palabra de Dios, porque cuando meditas no eres rehén de las circunstancias, porque la Palabra de Dios es Palabra de Vida, es Palabra del Creador de los cielos y de la tierra, del Dios Perfecto. Cuando lees la Biblia, lees los pensamientos de Dios.

Cuando lees el Evangelio, ves a Jesús, la participación de Jesús aquí en la tierra. ¡Mira qué interesante! Cuando lees, piensas, evalúas. Aquí estamos leyendo algunos versículos para que puedas entender la importancia de cada uno de ellos, y lo especial que es este momento, porque eleva nuestro pensamiento, más allá de las circunstancias.

Si tienes un problema en casa, te han odiado en el trabajo, te han perseguido porque vas a la iglesia, porque buscas a Dios, hablas de Jesús, porque vives una vida correcta, entonces evidentemente tu conducta molesta a los que viven escondidos, a los que viven en la mentira, en el engaño, e incluso sugieren que vivan a su manera, pero Jesús ya advierte: «Mirad, cuando llegue ese momento, recordad lo que ya os he dicho.»

Pero si no lees la Biblia, si no meditas, si simplemente dependes de los demás, del Pastor de la iglesia, pero no miras por ti mismo, entonces no estás razonando.

Cuando leo la Biblia, estoy buscando, estoy razonando. Y necesito hacer esto no solo para hablar contigo, sino principalmente para prepararme, para cuidar mi alma, para prestar atención a los detalles que necesito. ¡Y a ti te pasa lo mismo!

No se puede dejar en manos de nadie, hay que vivir una fe inteligente, que razona, que busca saber. Si en tu trabajo tienes que estar siempre actualizándote, ¡imagínate en la vida espiritual!

Necesitamos prestar atención, actualizarnos, porque no somos constantes, si no leemos, no meditamos la Palabra de Dios, estaremos a merced de las circunstancias.

Por eso, me ocupo, priorizo y hago tiempo para este momento entre Dios y yo, ¡tú también!