Ep.96 – Preparación para la guerra

¡La vida es una guerra! La guerra contra nuestras emociones. Puede estar sucediendo cualquier cosa afuera, en nuestra casa, en nuestra familia, con nuestro trabajo, con las personas con las que convivimos, y lo que sobresale es lo que sucede dentro de nosotros, por eso la vida es una guerra.

Hay una necesidad constante de ganar esta guerra.

Dijo Jesús:

«¿O qué rey, cuando sale al encuentro de otro rey para la batalla, no se sienta primero y delibera si con 10,000 hombres es bastante fuerte para enfrentarse al que viene contra él con 20,000?» Lucas 14:31

Nadie va a la guerra sin tomar consejo, sin pensar, sin razonar, sin calcular, y estamos llegando al final del año 2024, y tú y yo necesitamos sentarnos y observar todo lo que ha pasado este año, todo lo que hemos aprendido, las oportunidades que dejamos pasar, las pérdidas y aprendizajes.

Porque si tuviste dificultad con algo, tuviste la oportunidad de aprender de ello, pero si no te sientas y calculas todo lo que sucedió, entrarás en una guerra con tus emociones, continuarás con los mismos problemas, con las mismas emociones el año siguiente.

«Y si no, cuando el otro todavía está lejos, le envía una delegación y pide condiciones de paz. Así pues, cualquiera de ustedes que no renuncie a todas sus posesiones, no puede ser Mi discípulo.» Lucas 14:32-33

Es decir, no puede aprender del Señor Jesús, ¿por qué? Porque tus emociones, nuestros sentimientos parecen ser la respuesta a cualquier problema, pero en realidad no lo son.

Pero cuando planeas tu vida de aquí en adelante, de una manera diferente, viviendo de acuerdo con la voluntad de Dios, entonces tendrás que renunciar a tu voluntad, a tus planes, a todo lo que priorizaste este año, para entonces tomar medidas para aprender del Señor Jesús.

¿Acaso la renuncia es solo una vez en la vida? ¡No! La renuncia es constante, para ser discípulo de Jesús, la persona necesita dejarse guiar, ser flexible a la Voluntad de Dios y no a su propia voluntad.

Nuestra voluntad es la que resiste, pero cuando decidimos renunciar a nuestra voluntad, entonces podemos aprender. Cuando Jesús dice «ser Mi discípulo» significa aprender de Él.

Y cuántas personas están resistiendo escuchar la Voz de Dios, porque quieren imponer su voluntad, y continúan aferradas a su familia, a su punto de vista. Y así no hay forma de que puedas ser discípulo del Señor Jesús, es decir, no hay forma de que puedas ser alguien que va a aprender de Jesús.

Entonces, te quedarás ahí viviendo tus tormentos, tus angustias, día tras día, porque insistes en tu voluntad. Es bueno ceder, es bueno renunciar a todo, no a una cosa.

Siempre tengo que estar renunciando a todo, porque mi voluntad quiere imponer, quiere dirigir mi camino, pero si quiero a Jesús, tengo que renunciar a todo lo que tengo. Mis planes, mi voluntad, y dejar que Dios me moldee de acuerdo con Su voluntad.

Y tú también tienes esa opción todos los días. Quien se moldea, quien renuncia a todo lo que tiene realmente quiere a Jesús.

No es simplemente una palabra o simplemente ir a la iglesia, ¡no! Pero es realmente conducirse de acuerdo con Dios.