EP.92 – Ser humilde sin buscar el egoísmo

En este mundo, todos buscan su propia honra, buscan ser considerados, buscan la gloria, la honra de los demás. Entonces, para que entiendas sobre el Reino de Dios, tendrás que deshacerte de ese reino al que estás acostumbrado. Estamos acostumbrados a buscar nuestra propia honra, a desear ser considerados, pero Jesús habla de algo muy profundo, y que sirve para todos nosotros. Todos necesitamos escuchar lo que Él tiene que decir.

Jesús dijo así:

«Porque todo el que se engrandece, será humillado; y el que se humille será engrandecido». Lucas 14:11

Cuando buscas ser respetado, también estás buscando ser exaltado.

¿Cuántas veces buscamos exaltarnos dentro de nuestra mente, dentro de nuestros argumentos?

¿Pero cuándo me humillo yo? Jesús dice aquí:

«Jesús dijo también al que lo había convidado: Cuando ofrezcas una comida o una cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos, no sea que ellos a su vez también te conviden y tengas ya tu recompensa.» Lucas 14:12

Ah, esto es algo muy contrario a nuestro mundo, ¿no es así? Claro que llamamos a las personas que conocemos, a nuestros amigos, hermanos, parientes, a las personas con las que tenemos proximidad, pero la Biblia dice «para que no suceda que también ellos te inviten». Entonces, si haces algo con la intención de recibir algo a cambio, de tener recompensa, no estás siendo humilde.

«Antes bien, cuando ofrezcas un banquete, llama a pobres, mancos, cojos, ciegos, y serás bienaventurado, ya que ellos no tienen para recompensarte; pues tú serás recompensado en la resurrección de los justos» Lucas 14:13-14

Cuando hacemos algo para ser recompensados, entonces es porque estamos pensando en nuestra gloria, y no nos estamos humillando al servir.

Cuando Jesús fue a la casa de los principales fariseos, Él estaba siendo humilde, porque sabía que allí no lo iban a aceptar, no lo iban a recompensar, porque ellos estaban en desacuerdo con Jesús.

Sin embargo, Jesús dice que eres feliz cuando haces algo que no será recompensado aquí en este mundo, pero será recompensado en la resurrección de los justos. Observa que ser humilde es servir, y no ser servido.

Cuando meditamos en la Palabra de Dios, nos sentimos tan falibles, egoístas, malos… y vemos cuánto necesitamos ejercitar nuestra fe y educar lo que nuestros instintos nos llevan a hacer.

Ahí está la razón del #AyunodeDaniel, porque mientras te sumerges en las cosas de esta sociedad, de este mundo, actúas tal como ellos actúan. Pero cuando te entregas a querer conocer los Pensamientos de Dios, pasas a tener un objetivo de cambio, de perseverancia, de ejercicio de fe.

Entonces, si quieres el Reino de Dios, prepárate para deshacerte de tu propio reino.