Ep.82 – Vigila lo que es importante
- 29
- Nov
- 2024
¿Dónde estás poniendo tu corazón? ¿En tu trabajo, en tu familia, en tu vida sentimental?
«Jesús dijo:…Porque donde esté vuestro tesoro, allí también estará vuestro corazón. Estad siempre preparados y mantened las lámparas encendidas,» Lucas 12:34-35
Es decir, tengan una postura de vigilancia y manifiesten su fe. La fe es como una lámpara, pero cuando está apagada es porque has dejado de ejercer esa fe.
«y sed semejantes a hombres que esperan a su señor que regresa de las bodas, para abrirle tan pronto como llegue y llame.» Lucas 12:36
Si tienes tu mente ocupada con tu vida sentimental, no vas a abrir, no vas a vigilar tu postura ante Dios, porque estás observando otro detalle de tu vida, tu vida sentimental o en cualquier área de tu vida.
La Biblia dice:
«Dichosos aquellos siervos a quienes el señor, al venir, halle velando; en verdad os digo que se ceñirá para servir, y los sentará a la mesa, y acercándose, les servirá.» Lucas 12:37
Mira que cuando Jesús venga por su iglesia, que será de repente, Él quiere encontrarte velando. ¿Qué dice esto de ti y de mí? Cuando vigilamos mostramos que nos importa, por ejemplo, si tuvieras un diamante, no lo pondrías en un cajón, lo guardarías en el lugar más seguro posible, para que nadie lo robara.
Y más que un diamante es mi alma, mi fe, cómo estoy con Dios. Esta parte es la más importante que tú y yo tenemos.
Si vigilas por tu alma, entonces muestras cuán importante es, pero si tu corazón, es decir, tu tesoro está en tu hijo, en tu futuro, entonces tu mente vive vigilando a tu hijo, ¡tu futuro!
Así es la persona que no le da importancia a su alma, pone otras cosas como más importantes.
Si abres pronto la puerta, eso muestra que estás vigilando.
Pero cuando tardas en atender la puerta, muestra que estás ocupado, desatento o distante de la puerta.
Y cuando vigilamos es porque nos importa.
Y Jesús continúa:
«Y ya sea que venga en la segunda vigilia, o aun en la tercera, y los halla así, dichosos son aquellos siervos. Podéis estar seguros de que si el dueño de la casa hubiera sabido a qué hora iba a venir el ladrón, no hubiera permitido que entrara en su casa. Vosotros también estad preparados, porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no esperéis.» Lucas 12:38-40
El tiempo está pasando tan rápido para que los salvos sean salvos, porque si no fuera así, acortados los tiempos, hasta los salvos se perderían. Para que veas que no es fácil ser salvo, tienes que mantenerte atento con tu alma constantemente, y si esto es importante para ti, entonces, vigilas. Si no, te distraes con cualquier cosa.
Por eso, guarda tu fe, mira a Jesús y ejerce esa fe que tienes en Él, para que no dejes que desear.