- 10
- Sep
- 2024
Ep. 37 – Dejarlo todo por Dios
- 10
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- 2024
Aquí en este mundo, hay ciertas necesidades por las que una persona «paga» con su vida, dejando a su familia, su ciudad, sus padres, sus hijos, para intentar una vida mejor en otro país, para estudiar, trabajar, ganar dinero y así poder tener una mejor vida para su familia o para su propio futuro.
Pero, ¿Y aquellos que dejan todo atrás, no por sus sueños personales, no por su familia, no por sus planes, sino para servir a Dios, estar a disposición de Dios? ¿Qué reciben a cambio?
Pedro le preguntó al Señor Jesús:
«Entonces respondiendo Pedro, le dijo: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué, pues, recibiremos? Y Jesús les dijo:… Y todo el que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o hijos o tierras por Mi Nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna. Pero muchos primeros serán últimos, y los últimos, primeros.» Mateo 19:27-30
Para que una persona deje algo con lo que ha convivido toda su vida, como hermanos, padres, esposa, hijos, tierras, bienes, por amor al Señor Jesús, es porque valora más a Jesús que a cualquier persona o cosa, pero no basta con valorar por un tiempo, por unos días o años; tienes que valorar hasta el final, porque muchos primeros serán los últimos, y los últimos serán los primeros.
A veces, la persona tiene un cierto tiempo en la iglesia sirviendo a Dios, deja a su padre, madre, casas, bienes, pero con el tiempo comienza a prestar atención a su propia vida, desvía su mirada de Dios, dejando a Dios en segundo o último lugar.
Y obviamente, esas personas que cambian, que no perseveran hasta el final, que no defienden a Dios en primer lugar en sus propias vidas, se dejan llevar por sus necesidades, usando excusas o incluso argumentos de lo que ya vivieron en el pasado para elegir su presente y comienzan a inclinarse hacia su necesidad, su voluntad, sus sueños personales.
Por eso el Señor Jesús dijo que muchos primeros serán los últimos, y muchos últimos serán los primeros, porque hay quienes no cambian con el tiempo, siguen siendo los mismos, tienen ese ardiente deseo de servir al Señor Jesús, han tenido experiencias con Él.
Y puedo decir por mí, lo que me hizo dejar todo atrás y seguir dejando todo atrás, incluso las cosas nuevas que aparecen en mi vida, negando mi propia voluntad, es ese placer que Dios me da en mostrarme mi fragilidad, cuánto lo necesito, eso me hace depender de Él, eso me hace dejar atrás a mis hijos, sueños, planes y permitir que la voluntad de Dios prevalezca en mi vida.
Entonces, muchos que empezaron incluso en la Obra de Dios y se quedaron atrás es porque dejaron que sus deseos, sus bienes, sus hijos estuvieran en primer lugar. Y tenemos que estar dispuestos a dejar todo atrás.
Sabes que con el tiempo las personas van adquiriendo cosas, tienen hijos, adquieren bienes, pero si dejas que esas cosas o personas estén por encima de Dios, te vas a sentir mal al tocar ese tema.
Por eso tenemos que estar listos para servir a Dios en todo momento, y sabes, veo que servir a Dios es una protección que tengo. Porque si empiezo a servir a Viviane, salgo de la protección y dejo de priorizar a Dios, dejo de cumplir ese mandamiento que dice «Amarás al Señor tu Dios sobre todas las cosas».
Amar a Dios sobre todas las cosas es lo que te resguarda, te protege, te enseña a tomar decisiones que protegerán tu alma.
¿Y has tomado decisiones para proteger tu alma o valoras casas, bienes, tierras, hijos, marido, esposa, padre, madre?
Si valoras todo eso, puedes incluso perderlo, ¿sabías eso? Puedes perder porque tanto los bienes como las personas pasan por tu vida, pero Dios nunca muere, ya que la vida eterna nunca se acaba.
Es decir, tendrás muerte eterna o vida eterna, y nunca se acabará, pero eso dependerá de tu elección.
Cuidado con lo que priorizas, porque eso compromete tu vida en el futuro.
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