Ep. 22 ¿Cómo reaccionas ante la vida?

En nuestra vida diaria nos enfrentamos a diversas situaciones, momentos difíciles, así como momentos de aprendizaje, pero claro que depende de cada persona. Sabes que toda persona tiene orgullo, y este orgullo es el tipo de resistencia que les hace pensar que ya lo saben todo, que no necesitan aprender, que no se dan la oportunidad de escuchar, porque tienen su propia opinión.

Entonces, esta persona termina desaprovechando las oportunidades, porque no quiere ceder, no quiere aceptar que necesita ayuda, este es el tipo de orgullo que, de hecho, todos los seres humanos tenemos un poquito, Pero ¿qué dijo Jesús sobre esto?

Jesús dijo que hay personas que escucharán enseñanzas, escucharán la verdad, pero no entenderán nada, verán el resultado horrible en sus propias vidas, pero no entenderán, ¿y por qué es eso?

«Porque el corazón de este pueblo se ha vuelto insensible y con dificultad oyen con sus oídos; y sus ojos han cerrado, …» Mateo 13:15

¿Alguna vez has visto cuando alguien dice la verdad, y la persona pone los ojos en blanco, respira, se irrita, se llena de discusiones, se pone a pelear, defiende su forma de actuar y pensar…? Sí, la Biblia habla de este tipo de personas, pero lo peor es que le haces esto al mismo Dios que te trae la verdad.

Si estabas molesto por la verdad, entonces no aceptas a Dios, porque Dios es la Verdad.

«… Y sus ojos han cerrado, no sea que vean con los ojos, y oigan con los oídos, y entiendan con el corazón, y se conviertan, y yo los sane». Mateo 13:15

Ellos mismos no quieren ver, ellos mismos no quieren oír, y por eso no entenderán con el corazón, y así no se convertirán ni serán sanados. ¿Alguna vez has pensado algo así?

¿Quieres estar enfermo, mal del alma? Solo tienes que seguir teniendo ese corazón duro, escuchar de mala gana y cerrar los ojos para no ver los resultados que has tenido en tu vida.

Y cuando hablas desde el corazón, hablas desde el alma, es decir, cuando no quieres ver, no quieres examinarte, no quieres disciplinarte y deshacerte de las cosas equivocadas que haces, entonces tampoco te convertirás ni serás sanado.

Esta situación de endurecer el corazón, de escuchar de mala gana, de cerrar los ojos y no querer notar los resultados, las consecuencias de nuestros errores, es muy grave.

Pero hay quienes quieren ver, quienes buscan, porque quieren encontrar la salida, la respuesta a su vida. No quieren seguir cometiendo el error, no quieren seguir con el mismo resultado, y Jesús habla de ellos:

«Pero dichosos vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos, porque oyen». Mateo 13:16

Sabes cuando escuchas una verdad y en ese momento, no la aceptas, pero dices: «huao, fulano de tal dijo eso de mí, déjame ver en mi vida diaria lo que me dijeron…», y luego empiezas a observarte a ti mismo.

Quienes hacen esto, buscan, y son personas felices, porque en lugar de cerrar los ojos ante sus errores, deciden que quieren cambiar de vida, observarse y corregirse.

Y Jesús dice:

«Porque en verdad os digo que muchos profetas y justos desearon ver lo que vosotros veis, y no lo vieron; y oír lo que vosotros oís, y no lo oyeron.» Mateo 13:17

Muchas personas están en esta búsqueda, pero no han tenido la oportunidad de escuchar la verdad que Jesús trajo. Desde que Jesús vino a este mundo, trajo esta verdad, pero ¿qué hacen muchos?

Dicen: «Quiero la ilusión, quiero engañarme, porque en el engaño lo hago a mi manera y hay que aceptarme, soy una víctima…»

¡Ese es el reino de este mundo! ¿Y te tratas así? Porque si haces esto te digo, no te valoras, cuando te valoras querrás ver con tus propios ojos quién eres, y no solo ver, sino que querrás cambiar tu vida para no tener los mismos resultados incorrectos.

Si quieres cambiar tu vida, estás preparado para afrontar la verdad, admitir tus errores y cambiar. O sea, tener este proceso de aprendizaje, de ser humilde, de acatar y aceptar esta verdad tal como es.

Y eso es lo que tienes que observar sobre ti mismo. Porque si no te ves a ti mismo, no afrontas la verdad, sino que huyes de ella, entonces es porque eres de esa clase de personas que endurece el corazón, escucha de mala gana y cierra los ojos.

¡Espero que no tomes ese tipo de decisiones! Pero tienes tu libre albedrío y tus decisiones tendrán consecuencias.

Sin embargo, si quieres ser muy feliz, ¡tienes que apelar a la verdad que te hace libre!