EL CORAZÓN – Episodio 2 : El peligro en las palabras

¡Cuántas personas lanzan palabras al viento! Hablan sin ninguna noción de que sus palabras tienen poder.

La sociedad juega con las palabras todo el tiempo, con jueguecitos, mentiritas, maldicen y dicen palabrotas. Parece que el valor de las palabras perdió el sentido.

Las personas se sienten cómodas hablando sobre todo lo que creen y piensan. Porque, aparentemente, no tienen consecuencias. Pero, no es eso lo que el Creador dice.

¿Sabía que cada palabra que usted dice es contada como su responsabilidad? Las palabras son contadas, porque salen de dentro de usted. Si son dichas, fueron pensadas, fueron alimentadas, creyó en ellas.

¡Observe la responsabilidad que tenemos con nuestras palabras!

Jesús dijo: “El hombre bueno de su buen tesoro saca cosas buenas; y el hombre malo de su mal tesoro saca cosas malas.”Mt 12:35

Es decir, si no resolvemos las cuestiones que surgen dentro de nosotros, como las dudas, podemos juzgar, maldecir, mirar con malos ojos y, consecuentemente, expresar nuestras quejas a otras personas. Por eso, si está atento a sí mismo, va a descubrir cómo está su corazón.

¡Aprenda a cuidarse! Porque este cuidado no es una fe religiosa, sino inteligente. La verdad nos limpia de todo engaño, y nos deja con la conciencia limpia, sin deuda con el mal.

Jesús dijo lo siguiente: “Y yo os digo que de toda palabra vana que hablen los hombres, darán cuenta de ella en el día del juicio.” Mt 12:36

¿Sabe cuando está desocupado y dice cosas? Pues si, es en esos momentos de ociosidad, cuando está relajado, que dice palabras jugando, de juicio, etc.

Jesús dijo que daremos cuenta de TODA PALABRA OCIOSA en el día del juicio.

¿Ya pensó en la responsabilidad de oír todas las palabras que ha dicho el día del juicio?

Por eso tenemos que cuidar lo que hablamos y cómo hablamos, porque los que no respetan a Dios, fácilmente hablan tonterías.

Cuidado para no hablar sobre la vida de los otros. ¡Mucho cuidado!

Y Jesús continúa diciendo: “Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.” Mt 12:37