¿Dónde está la indignación?

Estos últimos días hemos oído hablar mucho de INDIGNACION, pero es necesario que aclaremos lo que está actitud es en realidad.

Por esta razón, formulo la siguiente cuestión:

– ¿Dónde está la Indignación?

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• ¿En el grito?
• ¿En la agitación?
• ¿En mostrar fuerza a los demás?

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Muchas personas, incluso esposas de pastores, viven este tipo de “indignación” en la iglesia. Es allí que expresan una insatisfacción en contra de su vida, y eso solo ocurre lamentablemente cuando el pastor – desde altar – habla sobre el tema “Indignación”.

Se sienten incomodas y empiezan a hacer varios planes de cómo ejecutar su “Indignación”, pero, al salir de la reunión, se olvidan de todo lo que hablaron para Dios, como si se tratase de un juego, y vuelven a la rutina del día a día. Van religiosamente a la iglesia, pero no cumplen todo lo que es mencionado en las reuniones. Por eso, en sus vidas, no ocurre nada; es lo mismo de siempre.

Se muestran “indignadas”, hablan con autoridad en contra del mal, pero los hechos revelan todo lo contrario. Y lo más grave, son las pésimas consecuencias: La frustración con su fe; la falta de ánimo para orar y, principalmente, la de luchar en contra de su estado tibio que han vivido.

Pero, ¿por qué?

La supuesta indignación de la persona es una ilusión, ¡porque ella no vive lo que dice, ni pone fuerza en su objetivo!

¡La verdadera Indignación, lleva al sujeto a poner los ojos en su objetivo!