De madre a madre : Confianza, ¡conquístala ya!

Tú tienes un compromiso y es algo muy importante para ti, pero una amiga que quedó en llevarte, no apreció.

Entonces, la llamas y oyes: “¡¡Discúlpame, pero me olvidé!!” ¿Cómo te quedarías?

O tu jefe te dice: “El próximo mes podrás tomarte tus tan esperadas vacaciones”…, lo que te hace feliz y hacer planes. Con todo esto, unos días antes de las mismas él te llama y dice: “Tuvimos una gran pérdida en la empresa, ¡¡despedimos funcionarios y ahora no puedo darte tus vacaciones!! Tendrás que esperar.” ¿Cuál sería tu reacción? ¿lo perdonarías? Por amor a tu alma y por celar por tu salvación. Pero ciertamente no volverías a confiar en ellos nuevamente, ¿si o no?

Entonces, ¿por qué tus hijos deben confiar en ti cuando prometes cosas que no cumples?

Como cuando dices que los llevarás a algún lugar y cuando llega el día, das una escusa…

Prometes que las próximas vacaciones iréis de paseo juntos y cambias de planes, dejándolos sin el soñado paseo…

¡¿Por qué tu hijo debería confiar en ti?!

Entiende que cuando le dices a tu hijo: “Vamos a salir mañana”, y después no cumples esa promesa, le transmites inseguridad, esto es, que no existe firmeza en tus palabras, Y cuando los mensajes no son consistentes, se vuelven imprevisibles, dan la sensación de inseguridad, vulnerabilidad y falta de organización.

Para que tu hijo confié en ti, tienes que cumplir con tu palabra, cueste lo que cueste.

No existen hijos, ni padres perfectos, pero es fundamental que haya un vínculo de confianza entre ambos. Los hijos necesitan confiar en los padres para que puedan aprender con ellos el real significado de confianza.

Honrar la palabra fue lo que llamó la atención de Dios hacia Abraham, ¿nosotras igualmente hemos llamado la atención de Él?

Entonces, querida madre, si cometes este error, entiende que el problema va mucho más allá que un simple hecho de “no poder y él tiene que entender”. Es mejor no prometer nada, no causar expectativas, en lugar de frustrarlo y perder su confianza.

En mi opinión, es imposible establecer una relación sin confianza.

Si tu hijo no confía en ti, ¿cómo podrá “abrirse” y contar un secreto o un problema que esté pasando? ¿Cómo él aceptará tus consejos?…

En fin, cuando la persona no confía en la otra, ella se aparte, desconfía, la ve como infiel y es indiferente a todo lo que hace y habla, porque ella dejó de ser un ejemplo a seguir.

Por otro lado, lo mejor que hay es estar cerca de quien confías, ¡ahhh qué maravilla! Es como el padre que llama al hijo y dice: “salta que yo te sujeto”…, y el niño sin mirar a nada, salta simplemente porque confía.

Conquista la confianza de tu hijo cuidando tu palabra, porque somos a la imagen y semejanza de Dios, y Él no tarda en cumplir Su palabra y cela por ella.

¡Qué nuestro hijos puedan saltar y encontrar nuestros brazos siempre sin temer, porque sabrás que pasen por lo que pasen, en nosotras siempre pueden confiar!

“…porque es frágil su confianza, y una tela de araña su seguridad.
Confía en su casa, pero ésta no se sostiene; se aferra a ella, pero ésta no perdura.”
(Job 8.14-15)