Audio: Oración Inteligente Transparente

Viviane Freitas

  • 24
  • Abr
  • 2015

Audio : Oración Inteligente Transparente

  • 24
  • Abr
  • 2015

¡Hola a todos los internautas!

Una vez más, es un placer estar con vosotras y espero que estéis ejercitando la fe que estamos transmitiendo a través de los audios.

Este viernes pasado abordamos el tema sobre la oración inteligente y hoy vamos a continuar con este asunto.

Porque la oración revela mi comunicación con Dios, la misma no puede estar dirigida sólo a las conquistas, porque siendo así, ciertamente mi oración o mi relación con Dios no tendrá calidad.

Cuando yo oro y hago participe a Dios de todo lo que está sucediendo en mi interior, tengo que exponer incluso aquello que tengo vergüenza, lo que es “sucio” y es fútil hasta pronunciarlo a Dios.

Estaba observando lo que Dios me reveló mientras que yo trabajaba en una de las reuniones de la iglesia. Y me mostró que muchas personas no hablan con Él y no reciben el Espíritu Santo ¡porque esperan que Dios haga todo! Y para que el Espíritu Santo venga sobre mi vida y me cambie, tengo que entregar todo lo que está dentro de mi.

Amiga internauta, yo no sé como eres, no sé si tu eres del estilo de persona que tiene a su madre, padre, hermana, amigas cerca de ti, pero, en el fondo, tú no eres cercana a ellos. ¿Cómo? ¡Porque no dices realmente lo que ocurre en tu interior! Tus dudas… Tal vez te haya ocurrido que cuando vas a hablar o cuando has intentado exponer algo, quizá, fuiste “apedreada”, no fuiste bien vista en lo que dijiste o te han entendido de forma errada, esto te ha hecho estar frustrada con esta situación. Y entonces dejaste todo dentro de ti, es decir, aquel peso, aquellos sentimientos que hacen con que existe una “lucha” interior, y parece que la respuesta de Dios tarda, ¡porque simplemente no estás entendiendo lo que pasa!

Estaba hablando con mis lindos hijos que lo que ellos necesiten hablar, pueden hacerlo conmigo, porque voy a hacer lo posible para entenderlos y voy a aprovechar esta situación para enseñar. Porque existen algunas cuestiones que surgen en nuestra mente que nos da vergüenza de exponer a nuestros padres o a alguien que nos pueda ayudar. Y, así, pasan años sin resolverse.

¡Lo mismo ocurre cuando hablas con Dios! A veces cuentas las cosas de una forma superficial, sólo citas lo que quieres alcanzar. Por ejemplo: “¡Quiero ser una mujer de Dios; quiero que el Señor cuente conmigo!” Pero no te refieres al por qué de querer ser una mujer de Dios ¡y lo que está pasando para que no te veas como una mujer de Dios! Es decir, no exponer realmente que tienes malos ojos, envidia, pensamientos “sucios”, que deseas lo que está mal,…, no expresas tu identidad. Y lo que ocurre es que te quedas esperando a Dios, pero no te entregas totalmente a Él.

Entonces, voy a hablar un poco de mi…

Yo, Viviane, en mi infancia tenía dificultadas en el hablar y las personas a mi alrededor no me entendían. Solamente mi hermana era quien percibía mi “idioma”… Entonces, nos hicimos las mejores amigas, porque ella era la única que sabía todo lo que yo pasaba y cuanto yo sufría en la escuela. Mi madre no sabía nada de los que sucedía fuera de casa y yo tampoco nunca expuse lo que pasaba. Siendo así, mi madre sólo descubrió esta situación cuando yo tenía cerca de 30 años, porque mi hermana elaboró un artículo sobre mi, donde resaltó lo que ella veía en aquella época, y lo que sucedía… Mi madre no sabía que yo sufría “bulling” en la escuela, porque yo no lo compartí con ella, no expresaba nada, nada, nada…

En casa, yo quería las cosas a mi manera y cuando mi madre no realizaba lo que yo deseaba, enseguida yo pataleaba en el suelo… ¿puedes creerlo? ¡Yo hacía eso! Porque había una indignación dentro de mi. Mi madre siempre hablaba conmigo, me enseñaba, pero yo casi no la oía porque ella no entendía mi “idioma”, a veces tampoco me preguntaba y yo no la contaba lo que me pasaba.

Entonces fue una complicación, porque ni yo, ni mi madre estábamos comunicándonos de la mejor forma. Creo que fue debido a mi lenguaje inicial, por yo no hablar bien y mis padres no entenderme.

Posteriormente, de adulta, raras eran las veces que yo conseguía conversar con mi madre, porque yo tenía miedo de que ella no me entendiese. Yo quería que ella me percibiese primero, para no tener que oír muchas de las cosas que me decía y que yo no estaba lista para oír.

Entonces, amiga internauta, tal vez esto pase contigo en la iglesia o cuando estás orando, hablando con Dios.

No eres bautizada con el Espíritu Santo, porque falta hablar de ti, mostrarte y asumir quien eres, realmente decir todo sobre ti misma.

«Pero Viviane, ¡Me da vergüenza!! Es tan fútil, tan «sucio», es tan vergonzoso, que sólo apenas al pronunciarlo me siento incómoda de hablar …»

¡Es eso amiga internauta! Pero cuando hay ese miedo, esa vergüenza es porque no existe fe.

Observa que cuando dice:

“Ahora bien, la fe es la certeza de lo que se espera, …” Es porque cuando tienes la certeza, no tienes recelo, ni miedo. Cuando crees en Dios, Le muestras esa creencia, no sintiendo, sino creyendo que Él va a resolver lo que tú no puedes resolver, siendo transparente, es decir, hablándole la verdad. ¡Y es ahí donde está el secreto! Es el secreto de conocer a Dios, cuando no tienes ese miedo.

» Ahora bien, la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.”(Hebreos 11.1)

No has visto aún el resultado, no estás ni hablando de los resultados, pero dices lo que crees, porque así Él hará lo imposible en tu vida, lo que tú no has podido hacer sola hasta ahora…

Por ejemplo, no puedes cambiarte a ti misma, no puedes arrancar esos dolores, ese pasado, marcas que has tenido durante todo este tiempo. Pero a partir del momento que decides exponer todo, visualizando tu objetivo y no mirando solo a tus debilidades, te quedas llorando, y llorando…, automáticamente visualizas lo que quieres alcanzar.

Si lo haces así, amiga internauta, no saldrás de la misma forma al término de tu oración, no será igual, el resultado no va a ser el mismo. Sino que estará confirmada en ti la respuesta, paz, certeza y tu conducta será alegre.

¡No tienes que ver nada, tocar o sentir nada!… ¡Apenas es tener la CERTEZA dentro de ti!. Así es cuando usas la fe y oras de forma inteligente.

Siempre le dije a mi hijo que cuando lloro durante la oración, no es por que esté sintiendo algo o tenga la necesidad de llorar cuando hablo con Dios, sino que lloro porque me duele cuando no soy aquello que quiero alcanzar, de no presentar lo que quiero ser para Dios.

Todavía, miro a mi objetivo y por eso lloro, Le expreso a Él lo que hay dentro de mi sin vergüenza. Y sabes que cuando lloro, no me sucede como es normal para las personas, porque mis lágrimas se quedan presas, me quedo toda manchada, roja y tarda cerca de 30 minutos en desaparecer las manchas de mi rostro… ¡Pero no me preocupa esto, porque soy original! Amo ser quien soy y expresar quien quiero ser, no estoy presa a lo que los demás piensan, estoy ligada a mi creencia en Dios, esto es lo que me hace ser libre, independiente de todos, porque ella me hacer ser convicta, esta certeza es la que me hace ser alegre, ser la Viviane que siempre soy, espontanea, feliz,… Es esa Viviane que agrada a Dios.

Y tú amiga, ¿eres espontanea?

¿Te estás vaciando de ti misma para Dios?

Porque puedes ser una persona que esta solo esperando que las cosas sucedan y mientras tanto, no se las expones a Dios.

Voy a hacer 23 años de casada y ya estoy con Jesús cerca de 25 años, y en estos 25 años amiga internauta, ¡mi oración y comunicación con Dios es TODO!

Entonces, yo no pierdo tiempo cuando voy a la iglesia, yo participo, hablo con Dios de forma que expongo todo. No para que los demás oigan mi oración, porque no voy a sentirme cómoda al hacerlo, sino que converso con Dios de forma que me oigo, entonces, me siento, me arrodillo y hablo. Yo tengo que ser original, en casa y en cualquier momento en que me dirijo a Dios, voy a ser siempre real… Es lo que tú también debes hacer internauta. Tienes que valorarte, sé lo que eres, transparente y di lo que tengas que decir.

Esta ligación con Dios hará con que tengas fuerza, que ocurra lo mismo que cuando me dices:

«¡Viviane tú eres tan fuerte!» Porque es este tipo de relación, creencia y desahogo que me hace tener lo que tengo con Dios, es lo que me hace ser quien soy, feliz y no frustrada.

¡Un fuerte abrazo querida internauta y deja aquí tu comentario!

Escucha el audio, llama a las personas que están a tu alrededor, comparte en tus redes sociales y vamos a involucrar a otros que lo necesiten.

Y cuando comentes, se transparente, es decir, pasa a las demás lo que está sucediendo contigo, lo que Dios está creando dentro de ti para que los demás también puedan disfrutar del mismo beneficio.

¡Un fuerte abrazo y hasta la próxima semana!

Dejar un mensaje

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

44 comentários

  1. Hola buenas tardes,
    Sobre el tema de la oración inteligente es de reconocer que muchas veces, me sucede todo eso. Por ejemplo, mi infancia no he sido orientada a seguir el camino de Dios, vengo de una familia religiosa, crecí sin la presencia de mis padres; he sido abusada en la infancia, me case por la primera vez y no dio cierto, ahora por la segunda vez, me case y tuve que salir de mi país para emigrar. Pensando que iba encontrar la felicidad, o llenar el vacío que estaba dentro de mi corazón, pero no. Cuando conocí familia unida, me di cuenta que era yo la causadora de las dificultad que me suceden. Pero aún así clamaba al Dios todo poderoso pidiendo justicia, sin sinceridad, detalles, tampoco profundizando mi realidad, y nunca quise reconocer. Quería un cambio, paz, pero guardaba odio, rencor, emociones, hacia mi pasado, pensaba que con el lloro, Dios iba hacer algo pero no. Cuando reconocí mi orgullo, entregue mi vida totalmente a Dios, la cosa empezó a fluir, pase de desequilibrada a tranquila y racional empecé a orar con detalle, sinceridad, hoy busco lo que está en mi interior se y lo presento a Dios, y veo las cosas de Dios con mucho temor.

    Ver más
  2. Creo que esto es lo que a estado sucediendo conmigo, siempre esperando a que Dios haga todo por mi, confieso que me ha faltado poner más de mi parte siendo clara y definida al momento de hablar con El. sé que hay cosas que cuesta decir por vergüenza y por eso no recibo los beneficios de Dios y también porque me he pasado el tiempo queriendo hacer todo a mi manera, con la fuerza de mi brazo. Pero ahora entiendo que no es así, que tengo que sincerarme con Él y exponer claramente lo que me pasa y poder tener esa misma comunicación con Dios teniendo la certeza de que he sido escuchada.

    Ver más
1 6 7 8