Cuarentena – Dia 39

Viviane Freitas

  • 8
  • Mar
  • 2013

Cuarentena – Dia 39

  • 8
  • Mar
  • 2013

“Entonces el diablo le llevó a Jerusalén y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, lánzate abajo desde aquí, pues escrito está:
“A sus ángeles te encomendará para que te guarde ” y: “ En las manos te llevaran, no sea que tu pie tropiece en piedra.”
Respondiendo Jesús, le dijo: Se ha dicho: «NO TENTARAS AL SEÑOR TU DIOS.» Cuando el diablo acabó con la tentación, se alejó de él esperando un tiempo oportuno.” (Lc.4:9-13)

El diablo, astuto… llevó el Señor Jesús hasta Jerusalén, que representaba la Iglesia, tentándolo, cuestionando el hecho de ser Hijo de Dios.

¿Qué significa esto?

El diablo quiere neutralizar y debilitar con la duda, la propia Palabra de Dios.

Quien tiene duda, es fácilmente influenciable para oír cualquier consejo.

Y esto porque el diablo sabe que el ser humano desea probarse a sí, y a todos, su capacidad…

Sobre esto, Dios me mostró algo muy importante recientemente:

Yo estaba en público y mis palabras se quedaron perdidas… no conseguí transmitir el mensaje que había deseado.

Y Dios habló claramente a mis oídos: “Quién es pobre, necesita de afirmación.”

Sinceramente, deseaba que los otros captaran el espíritu que quería transmitir… Pero en aquel momento, que aparentemente no era de mi agrado, me dio una paz que no se explica…

Todos querían decir que entendieron… Pero yo sabía que debería ser el Espíritu Santo hablando, y no mis palabras convincentes.

Amé no haberme aprobado, ¡porque sentí el refugio de mi Padre Celestial!

Así, dentro de tu fe, él pretende neutralizar aquello que Dios habló contigo personalmente. ¡Has pagado un alto precio para oír aquellas palabras y el diablo viene, de repente , con una palabra de duda, para todo eso no valer!

¿Te has parado a pensar en esto?

“…porque está escrito: A sus ángeles ordenará a tu respeto que te guarden…”

Intentó con sus artimañas seducirlo… ¡Y no sirvió!

Entonces, ahora, apeló a la Palabra de Dios.

El diablo es pobre, sucio y engañador. Desafía a los hijos de Dios a hacer lo que no es correcto delante de Él; a dudar; a querer probar lo que está en su interior…

Dentro de nosotros, existe siempre una necesidad de explicar, de justificar, pues nos sentimos “incomprendidos”… cuando, en realidad ¡esto es necesidad de una afirmación! Y ¡no hay necesidad de esto!

¡De todas las maneras el diablo intentará a hacernos caer! Prepara armadillas y usa la Palabra de Dios para arriesgarnos en aquello que no es inteligente…

¿Por qué tirarse arriesgándose para probar que es Hijo de Dios?

¡Basta creer y ya está!

No caigas en la tentación de intentar probar algo a los demás, sólo para obtener aprobación. Cree en aquello que Dios dice, ¡y ya está!

“Le respondió Jesús: Dicho está: No tentarás el Señor, tu Dios.”

Observa que el Señor Jesús siempre responde al diablo.

A veces, ante una tentación, permites que el diablo “hable” y que este te domine; ¡quedando así por encima de tu fe!

Tu eres quien debe dominar la situación y ponerlo en su lugar…

No basta sólo ser de Dios y conocer las Escrituras, permitiendo que el diablo continúe a actuando… ¡Es necesario ser Valiente!

Y, para ser Valiente, osada y corajosa, no puedes tener el “rabo preso”… Quiere decir, ¡no permanecer en el pecado! No permitirte vencer por las tentaciones, pero quedarte firme en todas las pruebas.

Sobrepasar las palabras “convincentes” y vivir de acuerdo no a tu manera de ser , sino a la manera de Dios.

Amiga, ¡defínete en contra del diablo!

No permitas que él mande en ti… ¿Qué osadía es esa, hablar contigo y tu quedarte callada?! NEGATIVO!!

¡Donde no había pecado, él pecó y se lanzó fuera! Acuérdate de donde él salió y que, aquí, en el reino donde el pecado es dominante, ¡tu no oirás su voz, sino que resistirás!

Por eso, Dios nos enseña a ser disciplinadas, porque de esta forma, no existe nada que nos acuse y dejaremos de vivir atormentadas.

“Pasadas que fueron las tentaciones de toda suerte, se apartó de él el diablo, hasta el momento oportuno.”

Siempre habrá otro momento de necesidad.

La tentación pasa… cuando yo soy más fuerte que las palabras convincentes del diablo.

¡Se racional!

Por eso, me refiero una vez más a la necesidad de meditar en la Palabra de Dios, porque sólo así podrás detectar las trampas seductoras del diablo.

Practica una fe que te lleve a razonar, para evaluar y pesar. No te dejes vencer por la emoción, y no seas pobre, para depender de alguien que te apruebe.

Prueba tu fe a Dios, al diablo y a los hombres. Tu valor no es por lo que dicen, y sí por lo que Dios te enseña a ser.

Serie: Meditación

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