Obreras Solteras: LA DECISIÓN

Viviane Freitas

  • 7
  • Mar
  • 2013

Obreras Solteras : LA DECISIÓN

  • 7
  • Mar
  • 2013

Ante tantos comentarios, en los cuales he visto tanta debilidad en la vida sentimental, solo me queda exponer como superé este infierno, que atrofió durante algún tiempo la fuerza de mi fe.

Viví momentos de mucha soledad, oí muchas palabras de derrota, vi con mis propios ojos a todas las obreras de mi iglesia casarse antes que yo e incluso mucho más jóvenes que yo, de edad y de iglesia, y un por menor, asistí a la boda de todas.

En realidad, no tenía ningún motivo para sonreír, por lo contrario, parecía que engullía, no “sapos”, sino “bueyes”. Estaba feliz por ellas, pero dentro de mi era como si un cuchillo estuviese en mi pecho. ¡Perdí noches de sueño, oré, lloré, hice todo! ¡Sin embargo, nada ocurría! Todo continuaba igual.

Era un dolor muy intenso y una vergüenza horrible, porque tenía 27 años y ya luchaba por mi realización sentimental desde los 20 años. Ahora, ¡imagina como fue mi guerra! ¿Cuántas fueron las sugerencias del diablo?

En realidad, es que mientras que alimentaba ese dolor dentro de mi… la vergüenza, y esos sentimientos de inferioridad, mi carne se hacía más fuerte. Por eso el problema se intensificaba, y mi fe, automáticamente se atrofiaba.

¿Sabes por qué? ¡Porque yo hice de ese problema mi dios! ¡Esta es las más pura realidad!

Pero fue un día, llena de Indignación, no con rabia, ¡sino con inteligencia que puso fin a ese tormento!

Y me dije a mi misma: No me voy a preocupar más con ese dilema. ¡BASTA! ¡BASTA! Entrego en tus manos mi vida sentimental, ¡¡¡Dios mío!!!

Esta indignación fue en contra de mi misma.

Me acuerdo que estaba en el baño y miré al espejo… llena de indignación, completamente inconforme; indignada. Apunté con el dedo hacia mi imagen, y hablé con firmeza:

“Luisa, despierta a la realidad, sal de ese fracaso, ¿quién vive dentro de ti? ¿Qué es lo más importante en tu vida? ¿Es ese sentimiento o el Dios que te libró de la muerte? Yo determino, Luisa, que a partir de este momento, eres libre.»

Esto salió de lo más profundo de mi alma. Fue un momento de decisión.

¿Sabes que pasó? En aquella misma semana, empecé a ver resultados. En primer lugar dentro de mi. Fui libre, y cuando menos lo esperaba, ¡ocurrió lo que quería!

Una cosa es cierta, amiga, más vale entrar en el Reino de los Cielos soltera, que en el infierno realizada en la vida sentimental. No te olvides que nuestra lucha no es contra carne ni sangre, sino en contra de todas las fuerzas espirituales del mal.

Y, ¿sabes quién vence? ¡A quién das oídos!

Hasta la próxima semana con un tema interesante para todas las obreras.

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