¿Con quién abrirse?
- 7
- Jun
- 2013
Hoy en día pocas familias han tenido diálogo, por lo que la confianza en el núcleo familiar ha perdido su valor, día tras día.
Los hijos ya no confían en abrirse con los padres, en contar sus problemas, sus dificultades, lo que pasan en la escuela, en el trabajo, con los amigos y principalmente, en el noviazgo.
Entonces, buscan ese apoyo en personas y ambientes equivocados. Se involucran en la noche, conocen las drogas, amistades equivocadas, etc.
Los padres, a su vez, intentan revertir esa situación a través de la fuerza física, clínicas de recuperación, psicólogos o llegando a niveles extremos, como agredirlos, encerrarlos en una habitación, llevarlos a instituciones o privarlos de muchas cosas.
En tu opinión ¿esto resuelve el problema?
Yo digo que no, y ¡hablo por propia experiencia! Mi madre no sabía qué hacer conmigo. Debido a mis actitudes de rebeldía y violencia me internó en un instituto religioso y me aisló de todo y todos, intentando resolver la situación. ¡No se resolvió nada! Por lo contrario, fue peor, porque acumulé más rebeldía.
Yo no necesitaba muchas cosas, solamente un poco de atención y dialogo con mis padres. Solo eso podría haber evitado muchas decepciones.
No considero que sea culpa de los padres; los jóvenes también pueden – y deben – esforzarse para comprendernos mejor.
Ellos no tienen la misma cabeza que la tuya, por eso van a querer hacerlo a la manera que ellos piensan.
Cuando existe esa comprensión de ambas partes, muchos problemas son evitados y, con certeza, otros son superados.
Hoy entiendo perfectamente lo que una joven piensa, siente y hace, y por qué motivo lo hace.
Tengo una hija que está pasando por la fase de la adolescencia y procuro siempre mantener un dialogo abierto con ella. Y eso ha traído excelentes resultados.
Joven, deja de culpar a tus padres por todo lo malo que ocurre en tu vida.
Procura conversar y abrirte; muestra que estás dispuesto a oír y a mejorar tu desempeño como hijo o hija.
Y tú, que eres padre o madre, no ignores ese pedido. Escucha, conversa, ayuda, porque con seguridad habrá un excelente ambiente familiar dentro de tu casa.
¡Un abrazo!
Sandra de Buraye
13 junio, 2013 a 2:2
He aprendido mucho con este articulo, no es facil lidiar con los hijos adolescentes, muchas veces no sabemos que hacer ya que todo lo que intentas parece no traer resultado, dedicarle tiempo y atencion es la solucion ademas de paciencia y comprension.
Aracelis Q
12 junio, 2013 a 21:2
es un tema muy serio y del cual poco cuidado se tiene por lo menos en mi caso pasa que ninguno de mis hermanos ni yo tenemos relación con mi mama a no se para cosas básicas como por ejemplo mama necesito esto o me duele esto por el tipo de carácter de mi mama yo particularmente con mi papa hemos empesado atener una mejor relación y gracias a Dios ha salido bien no ha sido fácil pero si ha dado resultados el hablar y escucharnos mutuamente!! gracias por este consejo!
Rosalia rosales
12 junio, 2013 a 2:2
Muy cierto pq yo pensaba que criticando y regañando para ser mejor chica la asia mas revelde pero con pasiensia y escuchando logramos mas atension de ellos y confian mas las cosas 😉
Dolca Ampudia
12 junio, 2013 a 2:2
Yo como hija puedo decir que lo mas importante entre padre e hijos es el dialogo yo por haber tenido a mi madre como amiga puedo decir que lo que soy se lo debo a ella porque ella siempre me supo guiar por el camino del temor de Dios y por eso ella siempre ha sido una gran amiga para mi. Gracias Senor Jesus por la madre que me distes.
VALERIA CELESTE
11 junio, 2013 a 16:2
Es verdad lo que dice el mensaje, a mi me pasaba muchisimo antes, no tenia confianza con mi madre y no le contaba lo que estaba pasando, me refugiaba en mis amigas, ahora que tengo mas comunicacion las cosas son mejor no hay nada que esconder pues se que ella puede ayudarme y si tiene que reprenderme tambien se que sera por mi bien!!
Gracias sra por sus palabras Dios le bendiga muchisimo mas!
eliana romina
11 junio, 2013 a 14:2
los jóvenes quieren llamar la atención y eso lleva a confiar en quien no deben, terminan involucrándose en malas juntas y pierden totalmente el dialogo con la familia. Nosotros en la fju nos ocupamos de llevar a ellos a tener otra actitud atravez de su encuentro con Dios.