Ayuno – Día 11

Viviane Freitas

  • 3
  • Abr
  • 2013

Ayuno – Día 11

  • 3
  • Abr
  • 2013

En la Iglesia Universal del Reino de Dios en todo el mundo, estamos en el mismo espíritu, del Ayuno por lo Más Importante. Y tú, estás invitada a participar con nosotras.

Creo que si estás oyendo este audio, en mi Blog, seguro que tendrás el mismo objetivo. Pero, mi pregunta es la siguiente: ¿Tú tienes este objetivo por qué todas las personas lo tienen, o por qué tienes “sed”?

Voy a dejarte responder a ti…

“Y reposará sobre Él, el Espíritu del Señor, espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor del Señor. Se deleitará en el temor del Señor, y no juzgará por lo que vean sus ojos, ni sentenciará por lo que oigan sus oídos; sino que juzgará al pobre con justicia, y fallará con equidad por los afligidos de la tierra; herirá la tierra con la vara de su boca, y con el soplo de sus labios matará al impío.” (Is.11:2,3,4)

Quien tiene el Espíritu Santo posee estas características. Y el Espíritu de Dios no es tímido, miedoso, cobarde o confuso. Sino que es Espíritu de sabiduría y de entendimiento.

Y si es así. ¿por qué hay confusión? ¿Por qué no sabes hacia donde ir, y revelas que eres indecisa?

El sabio sabe hacia donde dirigirse, porque tiene espíritu de sabiduría y entendimiento; comprende la voluntad de Dios.

El espíritu de consejo no revela inseguridad, en el momento en que es necesario atender o aconsejar. Y también ha sido espíritu de fortaleza, y de temor del Señor.

¡El Espíritu Santo, es completo!

Entonces, ¿por qué nos volvemos, muchas veces, incompletas? Porque no damos prioridad a Dios.

Muchas personas que nos oyen, buscan la presencia de Dios, basadas en una emoción. En mi caso, cuando Lo busco, no me baso en lo que siento, ¡sino que busco resultados de lo que Él es!.

Si Él es sabiduría, tengo que actuar sabiamente; ser dirigida por el Espíritu Santo. ¡Y tengo que tener respuestas concretas a mis cuestiones!

Para esto, también Él es entendimiento. Incluso bautizada con el Espíritu Santo, yo no entiendo muchas veces, pero busco: “¿Por qué yo soy así?” Si está escrito en Su Palabra, ¿por qué yo no lo comprendo?” Y Dios habla, querida amiga. ¡Él responde!

Tal vez pienses que el Espíritu Santo sólo existe en la Iglesia, a la hora de la reunión, y que alabándolo: “Gloria, Aleluya…” , ¡ya está!!No! Va mucho más allá de eso… El Espíritu Santo es auxiliador, y está conmigo, ayudándome en todos los momentos.

Yo no soy perfecta, y necesito de Él. Entonces, en el momento en que necesito entender, yo pregunto. Y esto, ¡convicta de que Él me responde!

Pero hay personas, que no tienen esa certeza. Incluso asumieron ser bautizadas con el Espíritu Santo, y puede ser, pero, en la práctica, desconfían, no se entregan, no creen, no hacen a Dios participe de su necesidad. Apenas Lo invocan en la Iglesia, para confesarse, o debido a algún problema.

El Espíritu Santo es para todos los momentos. Por eso es auxiliador. Él es , y tiene todo lo que necesitamos. Si me falta algo, siendo Él completo, ¡es porque aún no lo busqué!

Cuando pasamos por situaciones difíciles, siendo nosotros seres humanos, tenemos el privilegio de ser fortalecidos por Él, porque Le hacemos participe de todas la cosas.

No existe la necesidad de oír de los demás: “Sé fuerte; vas a superar está situación…”. ¡No! ¡El Espíritu Santo habla directamente!

Hay personas que dicen tener el Espíritu Santo, pero no lo muestran: Se quedan a la sombre del marido, del hijo, del hermano, de la hermana, de la madre, de la amiga… Entonces ¿qué tipo de espíritu es este? Y ¿qué tipo de auxilio?

Muchos ya definen que son bautizados, pero no ven su realidad.

El Espíritu Santo no es cobardía y frustración. Él da respuesta. Es el propio Espíritu de Dios.

Quien hace participe a Dios de su vida y cree en Él, alcanza la experiencia y en bien, de Su parte.

“Se deleita en el temor del Señor…”

¿Cuántas personas dejan de deleitarse en temer a Dios? Esto no es el Espíritu Santo, ni siquiera actitud de un nacido de Dios.

A veces, teme al diablo, pero no tiene temor hacia Dios. No se regocija en servirle, o guardar su Salvación.

Y, cuando lo hace, no es por miedo u obligación, sino con placer: ¡es “agradable” servirlo y nos hace bien!

¡Incluso en las situaciones difíciles, en obediencia, alcanzamos fuerza!

Tenemos placer en agradar a Dios, y cogeremos los frutos de está actitud.

“….y no juzgará por lo que vean sus ojos, ni sentenciará por lo que oigan sus oídos; sino que juzgará al pobre con justicia…”

Justicia para Dios es lo que no se vincula con el pecado. No es el sentimiento. Pecado es la injusticia.

“…; herirá la tierra con la vara de su boca…”

La persona bautizada con el Espíritu Santo, no tiene miedo de hablar. Observa que ella hiere el pecado y, con su propia boca, dice la verdad y habla sobre aquello que es justo.

El Espíritu Santo mata el pecado y lo que pretende dominar e imponerse, en su propia vida, y en la vida de los que están bajo su responsabilidad.

“La justicia será ceñidor de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de su cintura.” (Is.11:5)

Vamos a dejarte ahora meditando y pensando sobre tu vida.

¡Mañana volveremos!

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2 comentários

  1. Sra!

    Muchas gracias x su mensaje, me está transformando como persona y como mujer, dede adentro hacia afuera, y son muy ciertos y me llegan en la hora cierta!!

    Gracias!!

    Andrea

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  2. BUENAS TARDES SRA CUANDO UNO ES NACIDO DE DIOS VALLA DONDE VALLA, SABE QUE EL ESTA CON ELLA;NO TIENE MIEDO DE ENFRENTAR ALGUNA INJUSTICIA YA QUE QUIEN ESTA CON ELLA ES JUSTO.ESTOY EN ESTE AYUNO DE DANIEL PORQUE TENGO SED;QUIERO MAS DE SU PRESENCIA.
    DIOS SIGA BENDICIÉNDOLA.

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