Ep.94 – Ir y no ser

Todo mundo piensa así: «Si voy a la universidad, seré una persona estudiada, aprenderé, cambiaré, ganaré mucho dinero, tendré una carrera, tendré un futuro prometedor…»

Pero, será que, ¿solo por ir a la universidad vas a serlo? Hay muchas personas que estudiaron, hicieron cursos, fueron a la universidad, pero no aprendieron, ¿y por qué no?

Si tú estás haciendo tu parte al ir todos los días a ese lugar, y no te conviertes en un profesional, un buen médico, una buena profesora, etc., ¿Cómo puede ser eso? ¿Cómo es posible que no tengas ningún resultado? Esto también sucede en la vida espiritual.

Jesús dice que:

«Si alguien viene a Mí, y no aborrece a su padre y madre, a su mujer e hijos, a sus hermanos y hermanas, y aun hasta su propia vida, no puede ser Mi discípulo.» Lucas 14:26

Jesús dijo esto a la multitud que estaba allí queriendo acercarse a Él, porque si no aborrecen a quienes están cerca, las personas más cercanas a ellos mismos, e incluso a su propia vida, entonces no pueden ser discípulos de Jesús, es decir, no pueden aprender, porque el discípulo simboliza ese aprendizaje.

¿Cuántas personas van a la iglesia, buscan a Dios, oran, leen la Biblia, dan el diezmo, ofrendan, participan en campañas, pero no aborrecen a esas personas que están a su lado ni a su propia vida? Entonces, es porque agradan a esas personas, no priorizan a Dios, se agradan a sí mismas. Por lo tanto, no pueden ser discípulos de Jesús.

«El que no carga su cruz y me sigue, no puede ser Mi discípulo.» Lucas 14:27

Porque hay gente que aborrece hasta a sus familiares para ir a otro país a estudiar, a trabajar, pero esa persona es irresponsable, allí tiene amistades indebidas, comienzan a usar drogas, a hacer cosas incorrectas, no van allí con responsabilidad. Es decir, no sirve solo venir a Jesús sin aborrecer a las personas más cercanas, porque esas personas notarán en ti una definición o no.

Si no estás definido en tu fe, vas a agradar a esas personas y dejarás a Jesús para después. Entonces, estarás de acuerdo, dejarás de buscar a Dios para agradar al hermano, haces de todo por todos en tu casa, pero no te niegas a ti mismo ni a ellos para venir a Jesús, entonces no hay forma de que aprendas nada de Dios, porque sigues igual.

¿Cómo voy a aprender de Dios, del Señor Jesús, si quiero seguir igual? ¡No hay forma!

Y Jesús dice que cualquiera que no lleve su cruz, esa cruz es la responsabilidad, es decir, tengo una responsabilidad, estoy casada, sirvo a Jesús, pero tengo que llevar mi cruz, mi responsabilidad de tener mi tiempo con Dios, de disciplinarme. Si me desvío un poco, tengo que volver a corregir y actuar de la manera correcta.

«El que no carga su cruz y me sigue, no puede ser Mi discípulo» Lucas 14:27

Porque puedes ir a una iglesia, pero aún así no ir en pos de Jesús.

Muchos van a la iglesia, pero no hay interés en conocer los pensamientos de Dios, solo van para cumplir, estar en un grupo de personas, porque se sienten bien, conversan, pero esto no es ir en pos de Jesús.

Tengo que cumplir con mi responsabilidad e ir en pos de Jesús. Pero, ¿a dónde va Él? ¿A dónde quiere que yo vaya? ¿Qué quiere que yo haga?

«Ah, Vivi, ¡no lo creo! ¿Quieres decir que solo ir a la iglesia, cumplir mis deberes de leer la Biblia, dar el Diezmo, cumplir con mi papel allí en la iglesia con el grupo o con la responsabilidad que tengo, no es suficiente para ir hasta Jesús?»

¡No! Porque puedes hacer todo eso para ti mismo. Das el Diezmo para que tu conciencia no te acuse, pero no porque priorizas a Dios. Lees la Biblia no porque quieras los pensamientos de Dios, sino porque quieres cumplir con tu deber y hablar. Ofrendas para no sentirte incómodo ante todos, no porque quieras ofrendar, no por gratitud.

Así, acabas haciendo las cosas no por causa de Jesús, sino porque los demás te están mirando, y tú juzgas por ti mismo que si no lo haces, te verás mal ante sus ojos, y no porque haya un interés. ¡Hay una gran diferencia!

Los que vienen a Jesús tienen que negar a quienes están cerca, así como a su propia vida, y tienen que llevar su cruz, su responsabilidad, lo que la fe exige.

Hay cosas que la fe exige de mí que no encajarán con nadie que esté a mi alrededor, porque la fe me enseñó algo para preservar, para blindar mi alma, mi salvación.

Entonces, si no hay disposición para priorizar a Dios, vas a ceder ante las personas que están a tu lado.

Haz un análisis de tu vida, de quién has sido. ¿Vas a la iglesia porque quieres, porque necesitas a Dios o porque en la iglesia tienes una buena reputación, cuentan contigo, eres muy especial, te sientes amado, te sientes una persona que tiene valor, y en tu casa no?

¡Hay una gran diferencia! Y tienes que analizar esto, porque si no mides, no observas, te vas a auto engañar, y los resultados no vendrán, porque no vas a ser discípulo de Jesús.

El discípulo es aquel que aprende, es aquel que se desarrolla, es aquel que comienza a ver como Dios ve, empieza a tener las características de Dios, porque aprende del Señor Jesús.