8º Dia del Ayuno

El padre de la mentira

Hola amigas del Blog Viviane Freitas. Estamos en el 8º Día de este Ayuno de Daniel, y es con mucha alegría que os acompaño.

Vamos a continuar hablando sobre el libro de Juan:

“Sois de vuestro padre el diablo y queréis hacer los deseos de vuestro padre. El fue un homicida desde el principio, y no se ha mantenido en la verdad porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, habla de su propia naturaleza, porque es mentiroso y el padre de la mentira. Pero porque yo digo la verdad, no me creéis. ¿Quién de vosotros me prueba que tengo pecado? Y si digo verdad, ¿por qué vosotros no me creéis? El que es de Dios escucha las palabras de Dios; por eso vosotros no escucháis, porque no sois de Dios.” (Jo.8:44-47)

Yo puedo creer en Dios, pero si no doy oídos a su voz, soy automáticamente del diablo, porque satisfago sus deseos. Si el diablo es el padre de aquellos que no oyen la Palabra de Dios, entonces me hago de él siendo homicida, porque “mato” la verdad sobre mi. No quiero oír e intento de cualquier forma, exterminar aquella verdad.

Puedes afirmar que eres de Dios, que estás ayunando, etc., pero si no oyes las palabras del Señor Jesús y las practicas, eres automáticamente del diablo.

Debes entender algo: Con Dios no existe alivio, en el sentido de responsabilidad personal… ¡O se es o no se es! ¡Si, si, no, no! No se puede justificar con sus imperfecciones.

Aunque no seamos perfectos y no haya condenación en contra de la persona, sin embargo condenamos el error que te hace esclava, y, por consiguiente, hija del diablo.

Hablando de verdad, también te haces verdadera sobre lo que expresas a Dios: Cuando expones lo que está en tu interior, a través de la oración, del clamor, de la súplica, y Le dices la verdad, entonces, después de la oración, también hay verdad en tus acciones. ¡Es injusto pedir a Dios una cosa y practicar otra! Por ejemplo: Pedir ayuda a Dios para ser verdadera, y enseguida pronunciar mentiras. Entonces, de hecho, no has sido sincera en aquello que has pedido.

Y cuando dices que Lo amas, que no sea porque Le debes una alabanza sino decir: “Yo te amo…”, pero que seas verdadera y sincera, justa, y sin engaño.

Yo entiendo cuando el Señor Jesús dice que busca verdaderos adoradores, porque existen los falsos, que apenas pronuncian palabras, pero que no Lo adoran, porque no hay actitud, obediencia, sumisión y entrega. Y si esto no existe, igual que el temor, ¡¿que experiencia tengo, para decir que amo a Dios?!

Yo explico: Cuando digo que amo a Dios, es cuando veo el amor de Él hacia mi, primero. Yo vi la paciencia de Él, y bien claros mis errores.

Hasta hoy, incluso acompañándoos en este Blog, no soy perfecta. Pero lo que me permite entrar en la presencia de Dios y ser una verdadera adoradora, son las experiencias que tengo con Él.

Cuando alguien hace algo que te sorprende, lo elogias, y, naturalmente, lo agradeces. Lo mismo con Dios: Cuando existe comunión y relación, hay verdad en tus palabras, que Lo alaban.

Entonces, se verdadera y no engañes, porque quien engaña es el diablo y los que son sus hijos, y tú no quieres satisfacer los deseos del diablo o ni siquiera los tuyos, sino glorificar a Dios. Y si es así, expón todo lo que está en tu interior. ¡No importa lo que ocurrió! Él quiere tu sinceridad. Es eso lo que Él busca.

Por eso, cuando vayas a una reunión, no converses con los demás, porque así no estás pensando en las cosas de Dios y atrasará tu comunión con Él. Pero cuando llegas en espíritu y verdad, ya estás evaluando tu propia vida y midiendo tu situación. Y, en el momento, no será forzada tu entrega, porque ya estabas en comunión con Dios.

Lo que más quiero es que encuentres esa paz y alegría, que sólo Dios te puede dar. Y está llega, cuando hay entrega, y hay entrega cuando existe verdad.

Presta atención en estos detalles, en todo lo que haces: En tu trabajo, en lo que dices, en lo que eres con tu marido, con las personas… No seas verdadera con tus sentimientos, sino con aquello que es justo a través de la fe racional.

¡Un gran abrazo para ti!

Mañana estaremos de nuevo.