7º Dia del Ayuno

Viviane Freitas

  • 29
  • Sep
  • 2013

7º Dia del Ayuno

  • 29
  • Sep
  • 2013

La voz del Padre

Hola amigas del Blog de Vivi Freitas, estamos en el 7º Día. Hoy, Domingo, un día muy especial, del que espero que participes, o hayas participado de la reunión por la mañana, o por la tarde, para que realmente recibas el bautismos con el Espíritu Santo o seas renovada.


Dios no puede hacer un milagro en tu vida, cuando tu no haces tu parte. Dios tiene el poder para hacer lo que quieras, pero debemos, en primer lugar, hacer lo que nos compete.
Por eso, es importante que participes, si aún no lo has hecho, en una de las reuniones de hoy Domingo. Pero debes hacerlo de forma consciente, no hablando por hablar, sino teniendo un objetivo definido, en el Espíritu. Piensa en la cosas de lo Alto, y conversa exclusivamente con Dios. Hoy vamos a hablar sobre lo que nos hemos referido durante la semana, está vez a partir del versículo 41, del capítulo 8 de Juan.

“Vosotros hacéis las obras de vuestro padre. Ellos le dijeron: Nosotros no nacimos de fornicación; tenemos un Padre, es decir, Dios. Jesús les dijo: Si Dios fuera vuestro Padre, me amaríais, porque yo salí de Dios y vine de El , pues no he venido por mi propia iniciativa, sino que El me envió. ¿Por qué no entendéis lo que digo? Porque no podéis oír mi palabra.” (Jo.8:41-43)

Cuando la obra de alguien no proviene de Dios, sino que es algo natural de su ”padre” – ósea del diablo o de su propia voluntad – esa persona es incapaz de oír la Palabra de Dios, ni siquiera de amarlo, porque quien ama, ¡oye!

Tú, habiendo sido criada por tus padres, cuando los oías, les demostrabas tu cariño, amor y respeto. Y, cuando les obedecías, eras apreciada por ellos.

Y es esto lo que ocurre en relación a Dios: Cuando existe ese intercambio, obediencia y vigilancia en relación a nuestra fe y temor, también existe el verdadero amor. Pero, cuando estoy distraída, llevo la vida como quiero, y al final solo me acuerdo cuando ya cometí los errores y fallos, porque no estaba vigilando. Y si esto ocurrió, es porque no tuviste el cuidado de preservar las ordenanzas de Dios, de la ofrenda, diezmo, participas del Ayuno de Daniel, pero lo haces porque todos lo hacen. Si es así, no existe, en ti, el amor verdadero.

Ten en cuenta que a partir de este Ayuno debes empezar una nueva relación con Dios. ¡No puedes volver para atrás!

Cometer errores, siempre vas a cometerlos, pero dejar de vigilar y quedarte como una necia, ¡no puedes! Porque esto muestra falta de consideración y respeto hacia Dios.

Cuando se valora algo, existe cuidado y celo. Los objetos de mucho valor se dejan en el banco o en el cofre, porque se cree que de esta forma estarán seguros. Si consideras lo que Dios quiere de ti, guárdalo bien, ¡en tu interior y vigila tus actitudes!

Tú que estás en este Ayuno, debes saber que no debes abstenerte apenas de comida o bebida, sino de tus propios deseos. Incluso, sugiero que afirmes un propósito dentro de ti: “A partir de hoy dejaré de ser dominada por las fascinaciones y distracciones.”

Estate atenta a la falta de equilibrio, porque todo lo que es demasiado, ¡está mal!

Destaca lo siguiente: Si Lo amas, debes ser capaz de oír Su Palabra. Aunque sea en los momentos difíciles en los que tus deseos quieran predominar, si consideras a Dios como lo primero y principal – por encima de tus deseos – entonces oirás Su Palabra y la guardarás dentro de ti.

Tu que estás en este Ayuno, y tienes un propósito, ¡ves en tu fuerza! Oye la voz de tu Padre, día a día, sin depender de nadie, ni siquiera de este mensaje de los 21 Días. Debes ser sensible hasta el punto de prestar atención a tus acciones. Oye y habla con Él… Dile: “Muéstrame qué debo hacer; mis fallos. Tal vez yo no esté viendo mis errores, pero para mi todo está bien, sin embargo sé que falta algo.” Se sincera…

Y aunque hayas cometido errores gravísimos, si eres humilde para exponerte en lugar de justificarte, ¡serás justificado por Dios!

El humilde se da cuenta y es flexible al cambio.

Tu fuerza no está apenas en tus brazos, sino en evaluarte a través de una fe racional, percibiendo la verdad sobre ti misma y buscando a Dios con toda tu fuerza y desprendimiento.

Si al final de estos 21 Días, no has conquistado el Espíritu Santo o no existió un cambio en tu vida espiritual, ha sido porque no te has entregado. Tus obras hablan por ti.

¡Un gran abrazo y hasta mañana!

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1 comentário

  1. Buenas tardes Sra Viviane, es verdad cuando la persona quiere hacer su propia voluntad ella no escucha la voz de Dios, porque quien ama oye… Muchas gracias Sra los posts me están ayudando mucho! Dios le bendiga mucho.

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