32º Día – Quién tiene parte con Dios

“ Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron. Este es el pan que desciende del cielo, para que el que coma de él, no muera. Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo también daré por la vida del mundo es mi carne.
Los judíos entonces contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne? Entonces Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del Hombre y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él. Como el Padre que vive me envió, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí. Este es el pan que descendió del cielo; no como el que vuestros padres comieron, y murieron; el que come este pan vivirá para siempre.” (Jo.6:48-58)

El “pan” de la vida es el Señor Jesús, no el alimento diario que el mundo nos ofrece o aunque el pan que alimentó al pueblo de Israel en el desierto. El “pan” representa Su Palabra, y quien vive con Él, tiene vida eterna.

Tú estás participando en esta Cuarentena, y todo lo que te he transmitido, es la Palabra de Dios.

Nada está basado en mi propia opinión. Y, por eso, cuántas personas están asumiendo estas palabras, afirmando: “Yo voy a conseguirlo; he recibido lo que nunca recibí durante años…”.

O aunque hayas recibido, no fue algo constante. Hiciste intervalos y desviabas tu atención.

Como estamos viviendo el Ayuno de Jesús, permanecemos enfocados en oír la voz de Él. Y han pasado 31 días en esta guerra, entre oír la voz de Dios – y mirar a quien has sido en tu día a día – comparado con lo negativo que has oído.

Dios te ha mostrado que la Palabra de Él trae a la existencia lo que no existe, te da dirección, estabilidad, arranca todo el recelo, miedo, transmitiéndote certeza, seguridad. Haz una división en tu vida. Arranca tus sentimientos, de ser humano, llevándote a usar la fe racional.

Lo que hemos transmitido está generando vida a muchas personas. Pero, ¿por qué? No te hemos dado comida, dinero, restauración familiar… Sino que la Palabra de Dios cuando es obedecida, trae todo esto a la existencia. ¡Por eso es Vida!

Y no solamente opera milagros físicos o externos, como actúas externamente, trayendo seguridad, quitando el recelo, el trauma, y todo lo que te hace estar estancada en la fe. Una vez dentro de ti, jamás tendrás la misma vida de esclavitud, porque lo que recibes de Dios, ¡es mucho superior! No te permite mirar al “mundo” y desear las cosas del pasado. ¡Nada te faltará

Por más que frecuentemente necesites resolver situaciones, dentro de ti estás segura, estable y confiada. Encuentras ese refugio en Dios.

“…si no coméis la carne del Hijo del Hombre y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.”

Cuando yo participo de la Santa Cena, del pan, que representa el cuerpo del Señor Jesús, en realidad, este momento tan especial es un compromiso de negar mi voluntad. Así como en todo momento en el Libro de juan, el Señor Jesús niega Su voluntad, para hacer la voluntad del Padre, cuando como de Su carne, asumo el compromiso de hacer prevalecer la voluntad de Él en mi vida.

Este año, percibí algo que voy a compartir contigo, para que comprendas mejor:

Mi marido dijo que viajaríamos, al Norte, con el fin de visitar algunas Iglesias. Al arreglar las maletas, vino a mi mente que en aquellos días, podría organizar mi habitación y armario, para estar tranquila.

A nosotras, mujeres, nos gusta tener todo en su debido lugar, pero como estamos en la Obra de Dios, no tenemos planes; somos llevados hacia donde Dios nos mande.

En aquel momento, tenía un plan, ¡pero cambió! Parece que el Espíritu Santo Se sentó a mi lado hablando claramente conmigo: “Acuérdate dela época de Noé, en que se casaban y se daban en casamiento, preocupados con su vida personal. Pero, cuando llegó el diluvio, sólo la familia de Noé fue salva.” Muchos daban excusas que tenían varios quehaceres… Y, cuando oí la voz de Dios, pensé: “Aunque esté arreglando las maletas, estoy alimentando mi voluntad, haciendo planes. ¡No estoy totalmente disponible en este momento para oír Tu voz!!”

Ahora entiendo porque muchos están dando excusas para hacer su propia voluntad, y no comer de Su “carne”, permitiendo que Dios les de la dirección.

Quien está vigilando para oír la voz de Dios, y pide dirección, en lugar de mirar a lo que le está faltando, tiene la oportunidad de aprender y tener nuevas experiencias con Él.

Finalmente fue un viaje sorprendente, donde todo encajó porque fui entendiendo lo que era verdaderamente, someterme a la voluntad de Dios, y no sólo hacer Su voluntad.

Este es el “pan” de Dios: Permitir que la voluntad de Dios tome posesión de tu vida, y tu misma, tomar posesión de tu voluntad.

Y ¿la sangre?

Es el sacrificio, lo que genera vida; una necesidad.

Cuando se habla de la sangre del Señor Jesús, nos referimos al sacrificio.

Por ejemplo, eres soltera, y todo lo que quieres es luchar por tu vida sentimental y casarte. Pusiste esa lucha como objetivo, como una prioridad. Pero, quien quiere tener parte con Dios, renuncia a su necesidad, en función a Él, permitiendo que el propio Dios te satisfaga, según Su voluntad.

Por ejemplo, estás en la campaña del sacrificio, y poniendo toda tu vida a disposición de Dios.

¡Vas a atrasar todos tus compromisos!

Trabajas, te levantas temprano, tienes proyectos financieros y familiares, pero porque quieres Ser Uno con Él, los demás y tus propias necesidades, pasan a un segundo plano, dando prioridad a Dios. ¡Estás sacrificando!

O tú, que ya as resuelto tus problemas internos – Ya eres Uno con Dios – pero tienes un objetivos… ¿Te has dado cuenta que cuando sacrificas cosas personales te hace bien, porque te hace vivir por la fe, en la dependencia de Dios?

¡Esta es la sangre, el sacrificio!

“Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.

El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él.”

¡Observa que maravilla! Aquel que hace la voluntad de Dios, sacrificando su voluntad día a día, y no sólo en esta campaña, sino que este permanece con Él. No hay manera de ser un “profeta viejo”. ¡Te haces nuevo!

Cuando vivimos en el sacrificio, en la renuncia de nuestra carne, ¡permanecemos vivas! Empezamos a tener vida eterna dentro de nosotras, aún en esta tierra.

“Como el Padre que vive me envió, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí.”

¿Tú tienes una necesidad?

Estoy segura de ello, como el aire que respiramos que si tú vives para Él, como te ha sido enseñado, a través de la Palabra de Dios; si comes de esta “carne” y bebes de está “sangre”, que representan al Señor Jesús, tu vida nunca será la misma, ¡y vas a sorprenderte!

2014 va a ser de novedad, así como 2015. Cada año, cada mes, ibirás en novedad de vida, porque te alimentas de Él.

“ Este es el pan que descendió del cielo; no como el que vuestros padres comieron, y murieron; el que come este pan vivirá para siempre.”

Las personas buscan realizarse en la vida sentimental, financiera, y observa, por ejemplo, las estrellas de Hollywood, los famosos que el mundo aplaude: Adictos, inconstantes en los matrimonios, traidores, infelices, deprimidos… y tal vez este sea el “pan” que busques, ¡el cual sólo te añadirá “muerte”!

El “pan” que Dios te quiere dar, está vivo, y el único que te dará vida.

Evalúa, medita sobre esto, porque Dios quiere sorprenderte y darte vida eterna. La presencia que percibo aquí, y ahora, es la que podrás tener para toda la vida.

¡Un fuerte abrazo! Deja tu comentario, que estaré leyendo cada uno atentamente.