1º Día del Ayuno

Espíritu Santo: ¡Objetivo Definido!

Hoy quiero dejarte bien claro, a ti que dices que tienes un propósito; un objetivo… ese propósito ¿es por qué percibes en ti una necesidad o por qué los demás dicen que tienen una necesidad?

A veces, la persona solo desea el Espíritu Santo porque se está viviendo una “campaña”, o porque se oye acerca de los 21 Días, pero, en realidad, lo que ocurre es que no Lo ansía. Y el Espíritu Santo no es como un “vaso de agua”, accesible para cualquiera… Sino que es dado a quien ansía y tiene necesidad. Si apenas vas detrás de la “multitud”, deseándolo, basada en un consejo, en realidad, los días pasarán y nada va a ocurrir.

Define qué está dentro de ti: ¿Es por que Lo quieres, o por qué los demás hablan acerca del Espíritu Santo?

Y no te bases en la respuesta que quieres oír, sino en la verdadera, que realmente está dentro de ti.

Cuando hay “sed”, existe igualmente un rechazo por parte de tu conducta, porque no aceptas tu vida antigua o viejos hábitos. A veces, incluso ya estás convertido, te has bautizado en las aguas, pero te sientes impotente, porque el Espíritu Santo no está vivo dentro de ti. Te sientes acompañada por Dios, pero no Lo posees. Y eso te hace débil, cobarde, para enfrentar muchas situaciones. Eres una persona que no tienes una fe propia.

Me acuerdo que antes de recibir el Espíritu Santo era muy cobarde. Cualquier persona podría hacer lo que quería conmigo, porque no me “defendía” en relación a nada. Pero después de haberlo recibido, ni siquiera yo me creía en mi reacción delante de las oposiciones. Me quedaba “admirada” con mi bravura, intrepidez y osadía, delante de las circunstancias.

El Espíritu Santo depende de mi espíritu. ¡Cuando manifesté la necesidad de poseerlo, realmente Lo encontré! Aunque haya nacido en la Iglesia y conocido la Verdad, hubo un momento en que yo decidí abandonar lo que nutría dentro de mi, que en nada añadía en mi vida. Fue entonces, cuando comencé a buscar a Dios, por mi propio deseo.

Es esto lo que te digo: Tiene que venir de parte tuya, y no sólo porque el pastor lo dice, porque estamos viviendo las 21 Días, o porque todas las personas ya recibieron el Espíritu Santo, y tu no…

¡No es así!

Debes buscarlo porque hay una sed en no conformarte con tus actitudes, delante de lo que quieres entregar a Dios. No apenas porque deseas conquistar o hacerte “poderosa”, sino porque deseas honrar al Señor Jesús. Porque no quieres vivir a merced de tus sentimientos, sino porque ansías por un Ser más poderoso en tu interior.

“Porque así dice el Alto y Sublime que vive para siempre, cuyo nombre es Santo: Habito en lo alto y santo, y también con el contrito y humilde de espíritu, para vivificar el espíritu de los humildes y para vivificar el corazón de los contritos.” (Is.57: 15)

Esta palabra no puede ser mentira o basada en una religión. ¡Es la realidad! Y se hace viva cuando presentamos un corazón contrito en contra del pecado, y una aflicción de estar desagradando a Dios.

Cuando realmente yo estaba definida a entregarme a Dios, me quedé “afligida”; o mi espíritu estaba triste porque yo quería servirlo mejor, y no tenía la capacidad, poder o fuerza para hacerlo. ¡Alcanzaría mi limite! Pero quería servir, y no aguantaba más está situación. Y cuando decidí entregarme por entero, por Él, ¡así ocurrió!

Y se estás decidida a hacer tu parte; si realmente existe dentro de ti esta sed, ¡la prueba de esto será tu bautismo con el Espíritu Santo! No pasarán los 21 Días sin que nada ocurra.

Cuando existe esa aflicción, ese dolor, delante de lo que has sido y lo que deseas entregarle, si tienes el espíritu abatido, porque no consigues servir a Dios, y estás definida… no por la amargura de sentirte inferior a los demás, ¡sino porque tienes odio del pecado, esto te hará tener fuerzas para conquistar lo prometido, mediante lo que está escrito!

Si, así es, deja tu comentario, el nombre y la ciudad donde vives, para confirmar que estarás con nosotros estos 21 Días. Asumirás así la responsabilidad de hacer parte de este propósito.

¡Hasta mañana!