2º Día del Ayuno

Espíritu Santo: Humildad

¡Hola! Estamos viviendo el 2º Día del Ayuno de Daniel. Si has hecho el propósito de participar desde el principio, debes saber que quien empieza va hasta el final, Si no es así, significa que no estás dispuesta a perseguir tu objetivo.

¿Sabes por qué muchas personas no son bautizadas con el Espíritu Santo? Por que no se encajan en el perfil de Dios.

Y una de las principales características de quien no se encaja en el perfil de Dios, es la falta de humildad.

Cuando hay humildad la persona expone lo que está en su interior; no retiene y no tiene miedo de lo que los demás piensan. Quien es humilde no teme o ve maldad, ¡sino que se entrega por entero!

Y quien desea el Espíritu Santo, debe encajarse en este perfil, siendo humilde para reconocer sus fallos. ¡¿De qué forma Lo recibirá, si es orgulloso y no asume sus errores o el qué tiene que cambiar?!

¡¿Cómo Lo recibirás si te consideras auto suficiente?!

Para recibir el Espíritu Santo, reconoce, en primer lugar, tu necesidad, y este reconocimiento te hará humilde y sensible para reparar tus propios errores.

Los humildes tienen la capacidad de reconocer sus propios fallos y perciben sus límites y defectos, como también aceptan cuando son confrontados con los mismos.

Cuando estás dispuesta a entregarte por entero a Dios, no existe resistencia o defensa. Por lo contrario, existe humildad, reconocimiento, una entrega natural, y no forzada por una imposición o religión.

“Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille será ensalzado.” (Lc.14:11)

Si realmente ha habido humildad, entonces ¿por qué no existe el bautismo con el Espíritu Santo?

Porque no existió entrega, reconocimiento. Porque quien se humilla, no delante de los demás, sino reconociendo sus fallos delante de Dios, es exaltado por Él.

Está aquí un área muy importante, en la que tienes que estar atenta para detector: Si has sido humilde para reconocer tus errores o apenas has hecho lo que te mandan hacer, y, en tu interior, no lo aceptas, porque no hay humildad. Observa que tu sinceridad es lo que te muestra la verdad.

Aprovecha estos 21 Días, y si ya eres bautizadas con el Espíritu Santo, observa que has mantenido tu fe; tu llama encendida. Una vez bautizada con el Espíritu Santo, tienes que revelar la característica de Dios, que es la humildad. No es el conocimiento o el tiempo de Obra que te harán sentirte “mejor”. Por lo contrario, el tiempo que pasó, te hará reconocer más profundamente tus fallos, porque será evidente que no siempre has sido “perfecta”.

En este ayuno serás consciente de que lo que es necesario para recibir el Espíritu Santo, ¡y la humidad te dará la oportunidad de recibir esta honra!

Se humilde y aprovecha esta oportunidad. Ves a la Iglesia, se constante en estas reuniones, siéntate en la primera silla… El humilde no apenas oye, ¡sino se entrega!

¡Se sincera, expón lo que está en tu interior, y celebraremos juntas tu victoria!

Hasta mañana…