Fingiendo no notarlo

Viviane Freitas

  • 21
  • Sep
  • 2013

Fingiendo no notarlo

  • 21
  • Sep
  • 2013

Cuando comencé a participar del Rush, período de pruebas para entrar en Godllywood, tuve tantos conflictos dentro de mi y las circunstancias que enfrenté fueron las más difíciles que encontré hasta hoy en mi camino.


Pero yo sabía que no podía volver atrás, porque quería un cambio radical dentro de mi.

Quería cambiar, pero con mi propia fuerza era difícil conseguirlo. No conseguía ver mi interior, entonces necesitaba ayuda “de fuera”, de personas que pudiesen mostrarme quien realmente era yo, y así ayudarme.

Pensaba que me conocía por dentro, y que el Señor también me miraba así. Pero después de un tiempo, comencé a entender lo contrario: Dios no mira hacia mi como yo miró hacia mi, Él me ve mucho más profundo de lo que pensaba.

Él conoce todos mis miedos internos, complejos, traumas, hábitos, que están allí dentro y yo simplemente no lo percibo, o finjo no notarlos.

Y cuando la persona no lo percibe, ella vive como un ciego que vive en la oscuridad. Ella simplemente se engaña a sí misma pensando que está yendo bien en la vida espiritual, simplemente no quiere aceptar la realidad en qué vive.

Pero Dios está siempre presente y dispuesto a ayudarnos, y siempre extiende la mano hacia nosotros, y esta mano para mi fue el Rush. Para mi fue un gran privilegio poder participar, porque es como hacerme desafíos a mi misma. Y los desafíos no duran solo un tiempo, sino para el resto de la vida, no es apenas hacer las tareas, sino vivirlas y practicar esas tareas en nuestro día a día.

Al fin y al cabo, si la persona por si misma lo intenta es muy difícil comenzar a definirse, a aceptar un desafío, porque ella siempre va a encontrar escusas para no ponerlos en practica u olvidarse (como fue difícil para mi al principio). Pero cuando la persona hace eso con otras personas cerca, y ellas comparten sus experiencias unas con otras, te incentiva a ir adelante, y después crea una disciplina y eso hace parte del ritmo de nuestra vida.

Ella siempre busca hacer un nuevo desafío para sí misma, porque dentro de ella nació un incentivo para cambiar, y practicar ese cambio en su vida.

Puedo decir con seguridad que a través de la participación en el Rush, yo no perdí nada, solo gané mucho más de lo que esperaba.

Conocí quien realmente era, comencé a mirarme desde fuera y empecé a tomar medidas para cambiar. No quiero decir que fue fácil para mi, fue muy difícil, porque tuve que sacrificar, vencer mi carne e ir en contra de mis deseos, superar mis complejos y encontrar mis raíces que estaban dentro de mi.

Aprendí a luchar y vencer mis deseos. Mi relación con Dios, con mi familia y amigos se hicieron más fuertes y mejor. Vencí mis miedo internos. Me volví una persona más abierta y sincera.

Aprendí a oír la verdad sobre mi misma, aunque no sea agradable, y también a decir la verdad a los otros para ayudarlos.

Soy grata a Dios por este gran privilegio de haber participado del Rush, y esto es apenas el primer paso, no voy a parar por aquí, sino que voy adelante aún más, porque todavía hay un montón de cosas que puedo cambiar.

Dejar un mensaje

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

1 comentário

  1. El Rush es nuestra oportunidad para conocernos y ver quien realmente somos y no quien creemos que somos. Cuando tenemos ese deceo verdadero de cambiar y ser mejor para Dios, abrazamos la oportunidad por mas que sea doloroso y cueste sabemos que es para nuestro crecimiento.

    Ver más