18º día – ¿Por qué crees?

Viviane Freitas

  • 27
  • Jun
  • 2014

18º día – ¿Por qué crees?

  • 27
  • Jun
  • 2014

Me gustaría que apuntases en una hoja de papel, cuál es el motivo por el que tú crees….



¿Ya lo has pensado? Haz una pausa en esta lectura, y después continúa, tienes que aprender a pensar; ¡a usar tu inteligencia, para que no estés en «manos» de nadie!

“Y muchos de los samaritanos de aquella ciudad creyeron en él por la palabra de la mujer, que daba testimonio diciendo: Me dijo todo lo que he hecho. Entonces vinieron los samaritanos a Él y le rogaron que se quedase con ellos; y se quedó allí dos días. Y creyeron muchos más por la palabra de él, y decían a la mujer: Ya no creemos solamente por tu dicho, porque nosotros mismos hemos oído, y sabemos que verdaderamente éste es el Salvador del mundo, el Cristo.” (Juan 4: 39-42)

Estos versículos destacan mucho, por que es sobre esto que hemos estado hablando: creer en la palabra de Dios, no sólo por los testimonios. La mujer había creído, por lo que Jesús se había referido con respecto a su vida, no por Su Palabra.

«Ya ahora no es por lo que dijiste que nosotros creemos….»

Amiga internauta, no puedes creer en Jesús por lo que te digo, o por el testimonio; no puedes creer por que Él «habló» de tu vida. Para creer en Jesús, lo correcto es verificar lo que oyes, concretamente, ¡de Su Palabra!

Aquella mujer trasmitía sus relatos personales, pero quien tiene que oír y creer, somos tú y yo, a través de la propia Palabra de Dios. Esta tiene que llegar a mi, para poder testificar que Jesús es el Salvador del mundo.

Muchos dicen que Jesús es el Salvador, por que oyeron a sus padres hablar -o en la iglesia- pero ellos no lo asumen de esta forma, por que si no miran a sus propios fallos, no ven la necesidad de tener un salvador. Están más preocupados por sus necesidades, que por su interior.

Cuando recibimos la palabra de Dios, y viene como el «agua», que nos lava de los pensamientos tacaños y mezquinos, la propia Palabra nos hace madurar en la fe, y desarrollar de una forma que provoca admiración, viene acompañada de respuestas.

Hay personas, ahora, que sólo están esperando una palabra, y la palabra que tienes que esperar y depender, no es de la mía, sino ¡de la palabra de Dios!, No esperes que alguien te entienda, o comprenda tu dolor, por que hay Alguien mucho mayor: Dios, el Señor Jesús, que te conoce, conoce tu historia, incluso mejor que tú misma.

Preocúpate en creer en Él, no por los milagros que ves en la iglesia, los cuáles son maravillosos y testifican a las personas que nunca tuvieron una experiencia personal con Dios y ¡necesitan hechos! Pero, si crees por el testimonio, no traerás nada a tu interior.

Aunque aprendamos a través de los mismos, no nos transfieren tanta vida como la palabra de Dios, únicamente la palabra de Dios trae a la existencia aquello que no existe en nosotros.

¡Cuando permitimos que esa palabra nos alcance, y somos sensibles a esa voz, encontramos el tesoro, la respuesta, la dirección!

Me gustaría saber internautas: ¿Habéis creído por los testimonios o por la Palabra? ¿Es la palabra que ha revolucionado vuestras vidas, o son los testimonios?

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