17º día – Cuál era la necesidad o placer de Jesús

Viviane Freitas

  • 26
  • Jun
  • 2014

17º día – Cuál era la necesidad o placer de Jesús

  • 26
  • Jun
  • 2014

“Mientras tanto, los discípulos le rogaban, diciendo: Rabí, come. Pero El les dijo: Yo tengo para comer una comida que vosotros no sabéis. Los discípulos entonces se decían entre sí: ¿Le habrá traído alguien de comer? Jesús les dijo: Mi comida es hacer la voluntad del que me envió y llevar a cabo su obra.” (Juan 4:31)


Muchas personas están haciendo la obra de Dios, en el Altar o en el Atrio, preocupadas con sus responsabilidades y quehaceres, dejando de estar a los pies de Jesús. Lo que quiere decir estar atentos y sensibles a Su voz, agradarlo, y no sólo practicar aquello que, aparentemente es correcto.

Por ejemplo: Es correcto evangelizar, atender a las personas, hablar de Jesús en el trabajo, dar un buen testimonio, etc. Pero, incluso haciendo lo que está bien, no siempre se agrada a Dios, porque la voluntad de Él no es la que prevalece.

De la misma forma que muchas personas dan su diezmo, separando el 10% de todo lo que llega a sus manos, sin embargo, no son el propio diezmo. No dan prioridad a Dios.

La persona consigue someterse, y obedecer, a lo que ya fue instruida, pero no es sensible a la voz de Dios, en hacer Su voluntad. Por eso, hace elecciones según lo que ella piensa, y no de acuerdo con lo que agrada a Dios.

“Mi comida es hacer la voluntad del que me envió y llevar a cabo su obra.”

Primero es la voluntad del Padre, y después realizar la obra. Pero, generalmente, es hecho al revés: primero la persona quiere realizar la obra y, después, saber cuál es la voluntad de Dios.

Aunque aparentemente lo que haces es correcto, puede que no sea de la forma que Dios quiere que lo hagas. Por ejemplo: alabas a Dios, pero de forma mecánica y no racional; oras, pero de forma emotiva; no te guías por lo que crees, sino por lo que sientes.

De esta forma, la preocupación no está en agradar a Dios, sino en resolver tus responsabilidades y suplir tus necesidades, sin estar los pies de Jesús. Y hay una enorme diferencia en eso…

Para que Lo alcancemos, por nuestra parte debemos estar constantemente vigilando, para que podamos entender lo que estamos haciendo: ¿nuestra voluntad o la de Dios?

Espero tu comentario en el Blog. ¡Tu participación me alegra mucho! Y, brevemente, estaré hablando sobre mi, y mis experiencias.

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