187 – Dios no hace elecciones por ti – [SERIE – ¿QUIÉN ES DIOS?]

187 – Dios no hace elecciones por ti – [SERIE – ¿QUIÉN ES DIOS?]

Dios es misericordioso, Dios es compasivo, Dios es fiel, Dios honra Su Palabra. ¿Y nosotros? Nosotros fallamos, y necesitamos perseverar para ser fieles a Él.

Una cosa interesante sobre Jacob es que después de que luchó con el ángel, que cambió su nombre y lo bendijo, se reunió con su hermano, hizo las paces, y ese problema que era grande fue resuelto, pero ¿qué sucedió?

Colocó su tienda delante de la ciudad de Siquem, y allí ocurrió un desastre en su familia. Primero, Dina, su única hija, fue a la ciudad de Siquem para ver cómo eran las hijas de los hombres, y allí fue abusada.

Jacob siempre había habitado en tiendas, pero quiso habitar en la ciudad, y la ciudad era donde había promiscuidad, facilidades, y no había disciplina. Fue entonces cuando Dina quiso ver a las mujeres de la ciudad, y entonces fue abusada por el príncipe de esa ciudad.

Es decir, Dina fue a ver lo que no debía ver. Eso es lo que sucede cuando las personas se dejan llevar por la voluntad. La voluntad de querer ver lo que sucede en el mundo, donde las personas hacen lo que quieren.

Dina fue a la ciudad y ocurrió algo desastroso, a pesar de que ella era la hija de Jacob, el hombre al que Dios había bendecido. Ella no estaba libre de esa situación. ¿Y por qué? Porque fue a la ciudad. Dios no puede hacer elecciones por ti, Él no hace tu elección. Él te respeta. Si quieres hacer lo que pondrá tu vida en peligro, Dios lo respetará. Ahora, las consecuencias vendrán.

Por eso hablamos tanto sobre hacer la Voluntad de Dios. Porque cuando haces tu propia voluntad, pones en riesgo tu vida. No tienes noción del riesgo que tu voluntad te causa. Pero cuando haces la Voluntad de Dios, que es perfecta, que es estar en la tienda, estás seguro.

Elige quedarte en la tienda en lugar de salir, distraerte con las cosas de este mundo, que te llevarán a la codicia, a gastar tiempo en lo que no debes, incluso si aparentemente no le hace mal a nadie, a comprar lo que no sirve, a desear lo que no debes, incluso si nadie se entera, porque quedó en tu interior, eso tendrá consecuencias, porque te desviaste de la línea que es seguir a Jesús para seguir tu voluntad.

¡Cuidado! Porque con eso puedes poner en peligro tu propia alma.

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