183 – ¿Quién ha sido tu Dios? – [SERIE – ¿QUIÉN ES DIOS?]

Dios es aquel a quien escuchas, a quien respetas y te sometes. Por ejemplo, Labán veía todo lo que el Dios de Abraham había hecho en la vida de Jacob, cuánto lo había bendecido, sin embargo, siguió creyendo en su dios.

Y lo interesante es ver que cuando las personas siguen a un dios, su conducta se alinea con lo que ese dios les indica. Entonces, por ejemplo, Labán era muy codicioso, pensaba en la riqueza, «le jugó una mala pasada» a Jacob por el dinero, e incluso con sus hijas, se sometió a todo eso porque seguía al dios de su abuelo.

Cuando Labán salió tras Jacob y buscó la estatua del dios que su hija Raquel había robado, buscó por todas partes, pero no la encontró. Y Jacob no sabía nada, por eso se molestó con Labán, que había sido muy injusto con él. Después de todo, Jacob había trabajado catorce años por las dos hijas de Labán, y aun así, luego cambió varias veces el salario de Jacob, porque él prosperaba.

Así que, Labán vivía conforme al dios en el que creía, y tú también eres así.

Vives de acuerdo con el dios en el que crees, porque tu comportamiento refleja a aquel a quien escuchas, a quien sirves.

Y después de todo, Labán hizo un pacto con Jacob:

«Testigo sea este montón y testigo sea el pilar de que yo no pasaré de este montón hacia ti y tú no pasarás de este montón y de este pilar hacia mí, para hacer daño. El Dios de Abraham y el Dios de Nacor, Dios de sus padres, juzgue entre nosotros…» Génesis 31:52-53

Mira cómo Labán habla del Dios de Abraham, y además dice: el Dios de Nacor, el Dios de su padre, es decir, Labán hablaba así porque vio que el Dios de Abraham había prosperado a Jacob.

¿Y cómo lidió Jacob con este pacto?

«Entonces Jacob juró por el que temía su padre Isaac.» Génesis 31:53

Jacob mostró temor hacia el Dios de Isaac, no juró por el Dios de Nacor, tuvo temor.

«Luego ofreció Jacob un sacrificio en el monte, y llamó a sus parientes a comer; y comieron, y pasaron la noche en el monte. Y Labán se levantó muy de mañana, besó a sus hijos y a sus hijas, y los bendijo. Entonces Labán partió ygresó a su lugar.» Génesis 31:54,55

Labán continuó con su vida, a pesar de haber visto todos los testimonios en la vida de Jacob, siguió siendo Labán, con su propio dios.

¡Y esa es la cuestión! Quizás has presenciado al Dios que ha hecho maravillas en la vida de las personas, pero tienes tu propio dios. Te sometes a las voces, a esa orden proveniente de alguien, y esa persona ha sido tu dios.

Observa quién ha sido tu Dios, porque haces de dios a aquel o aquello a quien reverencias, obedeces y escuchas.