182 – Dios le da oportunidad a todos – [SERIE – ¿QUIÉN ES DIOS?]
- 23
- Sep
- 2024
Si lees la Biblia con cuidado, razonando y buscando entender los Pensamientos de Dios, verás que Dios le da oportunidades a las personas, pero ellas insisten en seguir a su manera. Como fue el caso de Labán, que vio a Dios bendiciendo a Jacob, pero no lo aceptó:
«Respondió Labán y dijo a Jacob: Las hijas son mis hijas, y los hijos mis hijos, y los rebaños mis rebaños, y todo lo que ves es mío. ¿Pero qué puedo yo hacer hoy a estas mis hijas, o a sus hijos que ellas dieron a luz? Ahora bien, ven, hagamos un pacto tú y yo y que sirva de testimonio entre tú y yo.» Génesis 31:43-44
A pesar de que Labán quería hacer un pacto con Jacob, él veía que todo lo que Jacob tenía (incluyendo a sus esposas, que habían sido pagadas con 14 años de trabajo), sus rebaños, sus hijas, ¡todo era de él! Labán no veía que Jacob había conquistado y pagado el precio. ¡Y así es mucha gente!
Las personas quieren hacer un pacto con Dios, pero ven todo lo que tienen como sus propias conquistas. Los hijos, la familia, la vida son de ellos, y no reconocen a Dios.
Solo tienen interés en la ganancia, el éxito, el dinero. Así ocurrió en la época de Jacob, ¿te imaginas hoy en día?
«Entonces Jacob tomó una piedra y la levantó como señal. Y Jacob dijo a sus parientes: Recoged piedras. Y tomaron piedras e hicieron un montón, y comieron allí junto al montón. Labán lo llamó Jegar Sahaduta, pero Jacob lo llamó Galed. Y Labán dijo: Este montón es hoy un testigo entre tú y yo. Por eso lo llamó Galed; y Mizpa, porque dijo: Que el Señor nos vigile a los dos cuando nos hayamos apartado el uno del otro. Si maltratas a mis hijas, o si tomas otras mujeres además de mis hijas, aunque nadie lo sepa, mira, Dios es testigo entre tú y yo. Y Labán dijo a Jacob: Mira este montón, y mira el pilar que he puesto entre tú y yo.» Génesis 31:45-51
La gente está tan convencida de que está en el lugar correcto, de que está actuando bien, de que está bien, que hacen alianzas y no ven sus errores, y continúan en la ilusión de querer prosperar y nada más. Y no cuidan de su alma que necesita de Dios.
¿Acaso tratas a Dios como Labán? ¿Ves las cosas como si todo te perteneciera a ti y no a Dios? ¿Y crees que fue por tu esfuerzo que lograste lo que tienes?
¡Mírate! Porque el tiempo pasa y ya eres adulto, ya tienes edad, y aún insistes en cometer los mismos errores, pensando que todo sucede solo porque tú lo hiciste.
Dios te ha revelado quién es Él, pero solo ves tu dinero, tu fama, tus intenciones, tus deseos, y por eso piensas que Dios está lejos, cuando en realidad, Él ha sido misericordioso y te ha mostrado Su misericordia, solo que tú has elegido otros planes para ti mismo.
¡Sé humilde y corrige tus errores!