SIERVAS EN ALERTA – ¡El exámen!

Hoy vamos a hacer un test para analizar profundamente nuestro servicio a Dios y averiguar si realmente somos siervas… o si lo somos solo de boca o apariencia.

Sé sincera en tus respuestas a las 3 preguntas que verás a continuación. No te engañes a ti misma y responde con total transparencia, pero hazlo para ti y para Dios.

1.  ¿Eres esa obrera que solo hace lo que le gusta o le produce placer? O sea, ¿eres esa obrera que no está dispuesta a aprender algo nuevo en la obra de Dios y que tiene dificultades a la hora de disponerse a hacer lo que nadie suele hacer?

Sí[ ]   No[ ]   A veces[ ]

2. Ser sierva cuando todo va bien a nuestro alrededor es fácil. Cuando surgen los obstáculos, la reprensión y la enseñanza, ¿tienes dificultades para servir con la misma disposición?

Sí[ ]   No[ ]   A veces[ ]

3. Sumisión significa someterse a una misión, sea cual sea. ¿Presentas alguna dificultad para someterte a la misión de Dios, principalmente cuando esa misión es en un lugar o una posición que nadie ve, pues nutres el deseo por ser reconocida y aprobada en lo más íntimo de tu ser?

Sí[ ]   No[ ]   A veces[ ]

Conclusión:

Respuesta “Sí”: Necesitas, urgentemente, analizar tu concepto de sierva, pues si solo haces lo que te da placer; si tienes dificultades para permanecer firme delante de las dificultades y pierdes la disposición; si no estás apta para someterte a la misión que Dios tiene para ti, sea la que sea, entonces, tu concepción de sierva está muy lejos de la voluntad de Dios.

Respuesta “A veces”: No estás definida y tu entrega a Dios no es constante. El verdadero siervo sabe que su única misión es servir, ya sea en las dificultades o en la abundancia, en la riqueza o en la pobreza, en cualquier circunstancia.

Respuesta “No”: ¡Estás en el camino, pero cuídate y vigila a cada día!

“Por tanto, el que cree que está firme, tenga cuidado, no sea que caiga” (1 Corintios 10:12).

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