SER HUMANO, ¿DÓNDE ESTÁ SU ESPERANZA?

Usted que está abatido, triste, frustrado porque estaba a la expectativa de algo que no sucedió, está haciendo comentarios… dígame, el oír de otras personas el mismo dolor, la misma consecuencia, ¿cambió algo? ¿fue bueno para usted?

Nada, ¡no pasó nada! Solo murmuraciones, solo quejas, solo disgustos, frustraciones que se alimentan aún más. ¡Pero la fe no es para esto!

Vamos al libro de Salmos 78:5

“Él (Dios) estableció testimonio en Jacob, y puso ley en Israel; la cual mandó a nuestros padres que la enseñasen a sus hijos;”

Es decir, Dios ya nos mostró a todos nosotros el testimonio de lo que Él hace, es decir, transformación del interior de cada uno de aquellos que Lo buscaron, que fue el caso de Jacob, que había hecho todo a su manera, y tuvo terribles consecuencias, pero aún así clamó a Dios, y en el momento de dolor, él se levantó para luchar con Dios, y en aquella lucha Dios lo transformó en Israel.

Muchas cosas están pasando en nuestra vida justamente para que haya una transformación de mente, de conducta, de vida que no le cambia apenas por un instante, sino que cambia para toda la vida, es decir, cambia toda su historia.

“…a fin de que pongan en Dios su confianza, y no se olviden de las obras de Dios, sino que guarden sus mandamientos; …”Salmos 78:7

La esperanza dirige mis ojos hacia Dios, y no a los problemas.

La esperanza me deja a la expectativa de que Dios sabe lo que es bueno, Él va a hacer lo mejor.

En los momentos difíciles parece que nuestra mente se queda en blanco, parece que borramos todo lo que ya hemos aprendido, ¿se ha dado cuenta de esto? Pues si, pero ¿qué hace una fe inteligente? Ella se acuerda de Dios, considera a Dios, mira para Dios.

¡Ahora nos toca a nosotros! Delante de las dificultades, de los problemas, cuando vamos a poner en acción nuestra fe. Es ahora más que nunca que nuestra fe va a estar más viva.

Guarde, guarde los mandamientos de Dios. Es ahí donde está nuestra fuerza.

¡Crea! ¡Estoy segura que aquí en adelante todo será diferente!

¡Ahora es con usted! Manténgase en la fe, ¡en esta certeza de que Dios tiene el control!