¿QUIÉN ES DIOS? ¿QUIÉN ES USTED? – Episodio 27 : Dios ve lo que está dentro de usted
- 31
- Oct
- 2023
Usted mira para el ahora, pero Dios le ve a usted desde siempre, desde el vientre de su madre. Mira a las circunstancias, pero Dios ve todo sobre usted, incluso las cosas que ya sufrió.
Jesús dijo lo siguiente:
“pero el que beba del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le daré se convertirá en él en una fuente de agua que brota para vida eterna.” Juan 4:14
Jesús está diciendo que el agua que Él da no es un agua que usted bebe, sino es el agua espiritual, que lava su mente, que saca de sus entrañas, de su pasado aquellas costras de suciedad, aquellas decepciones, tristezas, angustias, aquellos apegos a lo que pasó en el pasado.
Dios ofrece agua viva, es decir, lava y arranca de usted todo aquello que le hace ser una persona presa al pasado, negativa, dependiente de personas, cosas y circunstancias.
Dios, cuando ofrece esa agua viva, Él ofrece una fuente. No va a tener apenas agua un día, no tendrá agua sólo para usted, sino también otras personas que están con usted, ¡usted tendrá vida! Una vida que dará vida a otras personas. ¿Se imagina algo así? ¡Pues si!
Entonces, en aquel momento que el Señor Jesús dijo esto, la mujer samaritana respondió:
“La mujer le dijo: Señor, dame esa agua, para que no tenga sed ni venga hasta aquí a sacar la.
El le dijo: Ve, llama a tu marido y ven acá. Respondió la mujer y le dijo: No tengo marido. Jesús le dijo: Bien has dicho: «No tengo marido,…”
Juan 4:15-17
Muchas personas llegan hasta Jesús sin saber que Él es el Dios Todo poderoso, que conoce todas las cosas, que conoce sus entrañas, lo que usted vivió. Jesús le dijo a la mujer que llamase a su marido para que ella dijese lo que le pasaba. Y ella dijo: no tengo marido. Y Jesús dijo: dijiste bien, no tengo marido. Es decir, “Me respondió muy bien. Fue leal, fue sincera”.
“porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; en eso has dicho la verdad.” Juan 4:18
Ese hombre que ella tenía no era su marido, pero ella se había casado cinco veces. Es decir, aquella mujer estaba buscando resolver su problema casándose, cuando el matrimonio no salía bien, entonces se casaba con otro hombre, y así pasaba varias veces.
Y Jesús veía a aquella mujer, así como Él le ve. Él ya vio todo su pasado, ¿sabía eso? Él conoce sus frustraciones, sus angustias, sus dolores, sus traumas, todo aquello que vivió.
“La mujer le dijo: Señor, me parece que tú eres profeta.” Juan 4:19
En otras palabras, “Señor usted no es igual, no es como los otros hombres. Señor me ha visto”
“Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decís que en Jerusalén está el lugar donde se debe adorar.
Jesús le dijo: Mujer, créeme; la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre. Vosotros adoráis lo que no conocéis; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación viene de los judíos.” Juan 4:20-22
Aquella mujer era religiosa, pero adoraba a quien ella no conocía.
Ahora, quiero que piense sobre esto: ¿usted está adorando a Dios con una vida miserable? ¿con una vida triste, amarga, deprimida? ¿con miedo, con inseguridad?
¡Dios le ve y quiere sacarle de esta situación!
Pero ¿y usted? ¿cómo ha lidiado con eso?
Veo que Dios, cuando nos ve, toca en una parte muy sensible de nuestra alma. El alma que procura ser feliz, que procura tener paz, que procura estar bien consigo misma. Dios ve su búsqueda, como ve sus problemas, pero ¿cómo actúa Él? ¿y cómo actúa usted?
¿Vive con sus angustias, sus tristezas, sus dificultades, y no se las cuenta a Él? Muchas personas, por causa de lo que vivieron en el pasado, con su autodefensa, actúan de forma áspera, incrédula, desconfiada de las personas y no creen en nadie porque ya fueron decepcionadas por muchas personas.
¡Pero Dios le ve! ¡Dios sabe todo sobre usted! Y Él espera que usted Lo busque, se desahogue con Él, creyendo que Él le oye. ¡Es esto lo que Dios espera de usted!
Dios espera que hable de sus amarguras, sus dilemas, sus problemas, sus dificultades. ¡Dios quiere que usted cuente con Él!
Así como Dios hizo con esa mujer samaritana, al pedir que ella llamase al marido, Él ya sabía que ella no tenía marido, pero Él lo dijo para probarla, para que ella hablase su realidad. Y todo lo que Dios quiere es algo sincero, no de forma artificial.
Porque, hasta entonces, aquella mujer estaba tratando de hablar del agua, de aquello que le daría sed nuevamente, pero cuando el Señor Jesús habló del agua viva, ella pidió: dame esa agua viva, para que no tenga más sed, y no venga aquí nuevamente. Y fue cuando Jesús le dijo: llama a tu marido y ven acá. Y ella dijo: no tengo marido.
Observe que cuando usted es sincero, se acerca a Dios.
Pero cuando está desconfiado, no habla la verdad, dice otras cosas, cambia de tema… , pero aquella mujer dijo: no tengo marido. Y Jesús dijo: dijiste bien, no tengo marido, porque Yo te veo.
A veces, las personas quieren tratar a Dios como si Él fuese ciego, como si Él no supiese las cosas. ¡Dios ve todo! Incluso sus pensamientos, cuando responde, cuando habla con Él.
Dios ve sus pensamientos, hasta cuando usted no habla con Él. ÉL sabe todo sobre usted. Ahora, imagine a Dios esperando por usted, como fue el caso de esta mujer, que Jesús esperó por ella, para tocar en un tema del que ella no tenía valor de hablar con nadie.
Tal vez esté en esta situación, no habló con nadie. Está ahí tolerando ese problema, y eso le está desgastando.
Estamos aquí para ayudarle, pero primero, ¡usted tiene que ayudarse!