¿QUIÉN ES DIOS? ¿QUIÉN ES USTED? – Episodio  22: ¿Qué viene después de que usted hace las mismas cosas?

¿QUIÉN ES DIOS? ¿QUIÉN ES USTED? – Episodio  22 : ¿Qué viene después de que usted hace las mismas cosas?

¿Usted quiere ser reconocido? ¿busca ser aprobado por las cosas que hace? ¿y cuando no es aprobado? ¿cuándo surge una situación que sale de su control y termina impidiendo aquello que tanto desea? ¿cómo se queda? ¿triste, angustiado? ¿se queda argumentando en su cabeza sus razones o sus quejas? Bueno, es importante que se asista. Porque sino se asiste, ¿cómo va a cambiar esa situación en qué usted vive?

¿Sabía que esto también pasó hace muchos años? Y hoy continúa pasando lo mismo. ¿Sabe por qué? Porque somos almas. Y el alma siente. Siente muchas cosas que hacen daños, y, principalmente en relación a otras personas.

Pero viene aquella pregunta: “Entonces, ¿cómo debo comportarme delante de esta situación?” Bueno, voy a contarle sobre lo que pasó en la época de Jesús:

Después de esto vino Jesús con sus discípulos a la tierra de Judea, y estaba allí con ellos, y bautizaba. Juan también bautizaba en Enón, cerca de Salim, porque allí había mucha agua; y muchos venían y eran bautizados. Porque Juan todavía no había sido metido en la cárcel. Surgió entonces una discusión entre los discípulos de Juan y un judío acerca de la purificación. Y vinieron a Juan y le dijeron: Rabí, mira, el que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien diste testimonio, está bautizando y todos van a El. Respondió Juan y dijo: Un hombre no puede recibir nada si no le es dado del cielo.” Juan 3:22-27

Mientras Jesús bautizaba en las aguas, con Sus discípulos, Juan el Bautista también bautizaba a las personas en las aguas. Y ahí hubo esa cuestión entre los discípulos de Juan y los judíos sobre la purificación, que era el bautismo.

Y fueron hasta Juan y decían en otras palabras: “Mira, vas a perder adeptos, vas a perder personas que vienen aquí contigo, porque Aquel de quién dabas testimonio está bautizando en las aguas también, así como tu”.

Y Juan, tranquilamente, respondió: “El hombre no puede recibir cosa alguna sino le fuere dada del cielo.”

Juan estaba tranquilo porque no estaba haciendo algo para competir con el Señor Jesús. Estaba haciendo lo que Dios le había dado como responsabilidad. ¿Recuerda que Juan el Bautista nación con el objetivo de preparar el camino del Señor Jesús?

Pero es interesante cómo las personas con quién trata, las personas cercanas o que trabajan con usted, normalmente traen informaciones siempre con el sentido de comparar, para que se sienta amenazado, justamente para provocar en usted ese sentimiento: “¿Y ahora? ¿cómo va a ser?”

Y esta es la situación que muchas personas viven en su día a día, con familiares, con las personas de su trabajo, en fin, ¿por qué? Porque están mirando para la aceptación de los otros.

Y normalmente cuando hace algo para ser reconocido, se queda preocupado con las otras personas, ¿no es verdad? Como los judíos, que habían lanzado esa cuestión con los discípulos, y fueron hasta Juan.

Y ¿cómo recibió Juan el Bautista esta información venida de los judíos? Observe a continuación lo que él respondió:

Vosotros mismos me sois testigos de que dije: Yo no soy el Cristo, sino que soy enviado delante de Él.Juan 3:28

Observe la seguridad, vea como Juan estaba bien consigo mismo, independientemente de aquella información, de aquella situación.

El que tiene la esposa, es el esposo,…” Juan 3:29

Es decir, las personas que venían hasta Jesús representaban la iglesia, y quién tiene la iglesia es Jesús. Él es el Novio.

“… pero el amigo del novio, que está allí y le oye, se alegra en gran manera con la voz del novio. Y por eso, este gozo mío se ha completado.” Juan 3:29

En otras palabras, “No me molesta, no me hace mal ver a Jesús bautizando en las aguas, porque Él es el Novio. Él es el Esposo. Y las personas que van hasta Él están yendo en dirección al Novio, al Marido. Y el amigo del Esposo (que era él), que le asiste y Lo oye, se alegra mucho con la Voz del Esposo”.

Juan estaba muy feliz, mientras que el Señor Jesús estaba cumpliendo Su misión. El Señor Jesús como Novio, haciendo Su parte, era todo lo que Juan quería que sucediese, porque estaba preparando a las personas para recibir a Jesús.

Tal vez no ha entendido nada y dice así: “¿Qué tiene que ver esto conmigo, Viviane?” ¡Tiene todo que ver!

Porque cuando usted es espiritual, cuando cumple lo que Dios quiere que cumpla, no tiene inseguridad, no hay tristeza, ansiedad para que los otros reconozcan su trabajo, porque está haciendo algo que Dios le pidió, que era el caso de Juan.

Si hace lo que Dios le pide, no va estar inseguro por lo que los demás piensen, por cómo los demás le miren. ¿Correcto?

Bueno, si hasta aquí tenía estos conflictos, haga una cosa, hágase bien a si mismo: mire para Jesús y haga aquello que Él quiere que haga.

¿Qué quiere Dios que usted haga? Que se enfoque en Él, en servirle.

Y usted sirve a Dios cuando Le obedece, cuando pone como objetivo de su vida el cumplir aquello que Él quiere.

Y Juan el Bautista dice así: Es necesario que El crezca, y que yo disminuya.” Juan 3:30

Y es esto lo que todos nosotros tenemos que entender. Es necesario que Jesús crezca dentro de nuestra vida, y que nosotros disminuyamos, que dejemos de estar en destaque.

¡Cuando sentimos, quién destaca es nuestro yo!

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