¿Por qué no haces la diferencia?

El año 2014 vi a muchas mujeres interesándose por las cosas de Dios.

Muchas comenzaron a hacer los desafíos Gollywood, otras participaron del encuentro “Partes de Mi”, y la mayoría hicieron los “10 pasos para el cambio”.

Entonces, podría decirse que el 2015 será el año de la revolución.

Pero, ¿por qué aunque hayan participado de tantas cosas, hay mujeres que no van a hacer la diferencia?

Tal vez te preguntes, si has participado de tantas cosas…, ¿cómo es posible seguir siendo una más en la multitud? ¿Por qué no desarrollas? ¿Por qué no haces la diferencia? Está es la pregunta que muchas tienen dentro de si.

Bueno, querida internauta, tú ya sabes que me gusta dar ejemplos para que entiendas mejor lo que tengo que decirte.

Entonces, allá vamos: Imagínate que desde hace un tiempo tienes una jaqueca horrorosa, nauseas, dolores de cuerpo, y tu estomago está siempre con ardores; por lo que decides ir al médico.

Pero al llegar delante del médico, sólo le dices que tienes un leve dolor de cabeza, y te receta un medicamento según el síntoma que has mencionado.

Pero ¿te quedaste bien? ¿te curaste? ¡Claro que no! ¿verdad?

Entonces yo te pregunto:

Llegaste delante de aquel médico, que podría haber resuelto tu gran problema. ¿Quién necesita ayuda?

¿Él necesitaba saber tu vida, o tú tenías que decirle lo que te estaba ocurriendo?

Y por qué no dijiste todo, ¿quién salió perdiendo? ¿Él o tú?

Y ahora dices: “Sara, no entiendo nada… ¿dónde quieres llegar?”

Al mencionar todo sobre ti misma, no cambias en nada la vida del médico, pero… podrías haber cambiado la tuya ¿no es verdad?

Es esto lo que ha ocurrido con muchas mujeres de la Iglesia, ellas van al médico de los médicos, pero no son sinceras.

Hablan superficialmente de si mismas, y por eso no ven sus vidas siendo transformadas.

Tal vez tengas miedo de exponerte, y espiritualmente hablando, encontrar dentro de ti misma una enfermedad muy grave; tú tienes miedo de mostrarte por miedo de lo que puedes perder.

Pero, ¿qué has ganado con todo lo que estás guardando?

Te escondes, y sigues viviendo frustrada, te has quedado para atrás, y has visto a otras personas siendo transformadas.

¿Hasta cuándo vas a seguir así?

¿Te acuerdas de aquella mujer adúltera? Ella podría haber intentado esconder a Jesús quien realmente era, pero…¿qué resultado tendría?

Ella saldría de allí siendo la misma persona, pero porque se expuso, alcanzó lo más precioso que podemos conquistar: ¡La Salvación Eterna!

Ella pudo ver el amor de Jesús, tal vez aún no Lo conozcas verdaderamente porque no te muestras a Él, y te quedas guardando esa porquería de sentimientos, disculpa mi expresión, pero sólo te hacen estar lejos de Dios.

Amiga, para ganar, tienes que estar dispuesta a perder.

Y ahora…., ¿estás dispuesta?

“…Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por causa de mí, la hallará.” (Mateo 16:25)

A lo largo de los últimos 5 años he acompañado a varias mujeres, y lo que he visto es que aquellas que desarrollaron, son las que son transparentes y muestran quien realmente son; en el momento ellas parecen horrorosas, pero después terminan por hacerse las personas más lindas que ya he conocido.

Mientras que aquellas que intentan esconderse detrás de una imagen bonita, haciéndose “las perfectitas”, y aparentemente sin ningún problema que resolver, son las que no hacen la diferencia y se quedan paradas en el tiempo, apoyándose en el hecho de que son de Dios sólo porque frecuentan la iglesia, o tienen una “posición” dentro de la obra de Dios.

¡¿Quién vas a ser?! ¡La elección es tuya!

Nos vemos el próximo sábado, y no os olvidéis de dejar aquí vuestras preguntas y comentarios.

¡Un abrazo!