Jóvenes : ¿Qué es la popularidad?
- 19
- Ene
- 2015
¿Qué es la popularidad y por qué se hace de todo (literalmente) para ser populares en la escuela, trabajo, grupo de amigas, y en la iglesia?
La joven popular es amada, admirada y seguida por todos o por la mayoría. Todos se interesan por su vida, hablan de ella, tienen curiosidad sobre lo que ocurre en la vida de ella, en fin, es la atracción, todo lo que ella hace se convierte en la moda.
Este trato que las personas le dan es el sueño de cualquier joven insegura. Ella procura ese amor, respeto, admiración de las personas y cuando recibe un poco, hace de todo para mantener ese “status”.
Vende su personalidad a cambio de aceptación, cede sus convicciones y pensamientos por miedo de ya no ser interesante o atractiva para las personas. Y con esas asignaciones, viene la frustración por tener que ser alguien que realmente no es, por tener que pensar, actuar, hablar de una forma que no viene de su personalidad. Todo por una aceptación exterior.
Ella se siente pobre.
¿Cómo rescatar ese valor que parece tan miserable?
Yo uso un arma muy poderosa:
«Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que maneja con precisión la palabra de verdad.” (2 Timoteo 2:15)
Ir detrás de la aprobación ajena es ir detrás del viento. Ir detrás de la aprobación de Dios es valorarse.
En medio de esa búsqueda incansable de agradar a Dios nos hacemos personas de valor, personas que no somos, ¡porque Él hace con que seamos personas valiosas, únicas, incomparables, verdaderas!
No digo que no sea bueno ser aceptada o admirada por alguien en la escuela, trabajo, casa o iglesia. Es agradable estar integrada en un grupo. Nos gusta esto. Pero esa aceptación, es decir, la popularidad, para quien da prioridad en agradar a Dios en todo, es apenas un bono y no la meta a ser alcanzada.
Diana
10 junio, 2015 a 2:2
Vivir queriendo agradar a los demás es vivir vacía, cuando No llegamos a ser lo suficiente para que nos admiren es ahí cuando llegamos a ser cualquier cosa con tal de ser notadas.
Debemos preocuparnos primeramente en agradar a Dios en todo, pasamos a ser valoradas por que somos distintas y reflejamos a nuestro señor.
Angie
21 enero, 2015 a 16:2
Querer agradar a los demás y hacer de todo para ello, nos va denigrando por dentro. Nos sentimos cada día más inseguras de quienes somos y finalmente terminamos perdiendo la atención de ellos, pues llegará un momento en que no logramos «dar» más.
Yo creía que Dios estaba en primer lugar en mi vida, pero no era así. Siempre daba el primer lugar a los demás antes que a Dios.
Cuando lo entendí, me arrepentí y luché por cambiar. En ese momento, entendí cual era realmente el TEMOR de Dios, es querer AGRADARLE a ÉL…
Finalmente, esa decisión me hizo más popular, pero eso ya no me llena. Entendí que mi verdadero valor y mi porción es ÉL. Tengo verdadero valor por ÉL y eso es suficiente.